Los temporales del invierno acentúan la corrosión en el antiguo viaducto férreo de Redondela. El deterioro es notable. El pasado 29 de abril se produjeron desprendimientos de trozos de hierro de más de un kilo de peso. Entonces se cubrió con una malla para evitar que se produjesen daños a los viandantes.
El decano del Colegio de Ingenieros de Caminos de Galicia, Carlos Nárdiz, lamenta que no se haya acometido el proyecto de rehabilitación integral del viaducto, que mide 411 metros de largo por 32 de alto, aunque la parte metálica solo ocupa 255 metros de longitud. El viaducto fue construido por la Compagnie Fives-Lille de Francia. Se empezó a levantar en 1863 pero no entró en funcionamiento hasta 1876. La importancia histórica del monumento es notable. El tramo de ferrocarril Vigo-Redondela fue inaugurado y recorrido por Alfonso XII en 1877. Pero no fue hasta 1881 cuando entró en funcionamiento la línea Vigo-Ourense. En 1970 dejó de utilizarse y empezó a deteriorarse por falta de mantenimiento. En el año 2004 la Consellería de Cultura invirtió 318.000 euros en limpieza, toma de muestras y pintado del viaducto.
«Tal como está es un peligro y afea el paisaje», asegura Francisca Canal, directora del centro sociocomunitario situado a pocos metros del viaducto y que tiene 500 usuarios.
El alcalde anunció que se había encargado un proyecto de rehabilitación al ingeniero Eduardo Gómez López y el arquitecto David Gómez. Este proyecto contemplaba la construcción de un mirador y una pasarela. Sin embargo no se ha llevado a cabo.
A pesar del valor como obra de ingeniería del monumento, construido en un estilo parecido al de la torre Eiffel, su recuperación parece estar en estos momento de crisis en vía muerta. El Ministerio de Fomento ha firmado recientemente un convenio con la Dirección Xeral de Patrimonio de la Xunta para conservar diversos monumentos, pero entre ellos no figura el emblemático viaducto.