Piden tres años de cárcel para un feriante por maltratar a un empleado en las fiestas de Arcade

E.V.Pita VIGO/LA VOZ.

VIGO

15 dic 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

La Fiscalía pide tres años de cárcel para un feriante por un supuesto delito contra los derechos de los trabajadores y una multa total de 720 euros por dos faltas de lesiones contra un empleado durante la Feira da Ostra de Arcade en el 2007.

David S.M. dirigía, por mandato del dueño, su padre, una empresa de atracciones. La Fiscalía le acusa de propinar bofetadas a un empleado mexicano que quería abandonar el trabajo y al que, supuestamente, le retuvo su documentación. «En calidad de encargado, compelió mediante el uso de la violencia al empleado el 11 y 17 de abril para que continuase trabajando en la feria de Arcade en condiciones que afectaban a su dignidad e integridad e incluso se apoderó de su ropa, títulos y medicinas y le propinó bofetadas y lesiones», afirmó la fiscal. Esta calificó de «inhumanas» las condiciones de trabajo de la víctima, «que hacía 10 a 12 horas diarias y se le obligaba a que las cumpliese con violencia». Por ello, reclama que el jefe indemnice al denunciante con 3.000 euros por perjuicio moral. Rechaza la versión del encargado, que alega que el implicado trabajase para él y que en realidad sintió «compasión» y solo le ofreció comida y, a veces, diez euros. «Le daba dinero porque colaboraba en la empresa y le dijo que continuase en Tui si quería cobrar», acusó la fiscal.

La víctima relató en el juicio que se celebró ayer en el juzgado de lo Penal número 1 de Vigo que se enroló en la compañía de atracciones en Carballiño en marzo del 2007. Su tarea consistía en cargar y descargar, montar las atracciones y vender entradas del carrusel a los niños en las ferias de Arcade y Tui. Por estas tareas, le pagaron diez euros al día más el alojamiento en una caravana aunque le habían prometido 800 al mes. «Le dije: 'Me voy' y me agredió en el cuello. Me amenazó: 'No te vas hasta que desmontes todo'».

Jornadas de 14 horas

Este aseguró que hacía jornadas de 14 horas diarias y su jefe le abofeteó («me dio cachetadas») dos veces en el cuello donde tuvo cáncer. En una, el jefe quería intimidarlo y evitar que se marchase sin terminar su trabajo en la feria de Tui. «Me dejaron tirado en Tui y volví andando a Redondela, a donde llegué a las ocho de la mañana», relató. Los partes médicos describen moratones en el cuello y hematomas en los brazos y piernas. Su ropa apareció tirada y rota en Moaña y perdió el vuelo de regreso a México y sus títulos de chef.

También está acusado otro empleado, José Alberto A.F., con el que convivía la víctima en una autocaravana, por cooperador necesario en las agresiones. Se enfrenta a 18 meses de cárcel y a una multa de 360 euros por una falta de lesiones.

La Fiscalía acusa al encargado alternativamente de un delito de coacciones, porque David no era el dueño de la empresa sino un mandatario verbal de su padre y, por tanto, no podía establecer las condiciones laborales en dicho negocio. Por ello, rebaja la cárcel a año y medio si la jueza considera esa posibilidad.

En el juicio, declararon dos encargadas de la cafetería Puerto Escondido de Arcade que oyeron quejarse a la víctima, que siempre iba a desayunar allí, de los maltratos que sufría. Tenía el cuello amoratado. «Llamamos a un taxi y lo mandamos al hospital», relató una.

La defensa replica que el denunciante incurrió en contradicciones como decir que su jefe medía 1,90 metros de estatura cuando no pasa de 1,80, mintió al médico sobre el origen de sus lesiones y duda de que las agresiones ocurriesen a oscuras dentro de un tráiler. Atribuye la denuncia a una venganza.