El PP se mantiene con opciones de derrotar al bipartito en Vigo

Diego Pérez Fernández
Diego Pérez VIGO/LA VOZ.

VIGO

El Bloque recupera terreno tras la campaña de Caballero contra la fusión de las cajas. Porro sigue a un edil de la mayoría

13 dic 2010 . Actualizado a las 19:17 h.

El bipartito PSOE-BNG mantiene el poder en Vigo, aunque todavía queda partido. Abel Caballero pierde fuelle tras su populista campaña contra la fusión de las cajas, pero son sus socios quienes le comen el terreno perdido y, a la postre, los que lo apuntalarían en la alcaldía. El PP de Corina Porro se mantiene con 13 concejales, a uno solo de la mayoría absoluta, mirando de reojo a un alto porcentaje de indecisos.

Caballero sigue con el bastón de mando sin reforzar su liderazgo político. El PSOE baja de 10 a 9 concejales desde el barómetro de Sondaxe de febrero. El BNG, por contra, sube de 4 a 5 ediles. Con este escenario se estarían repitiendo los resultados electorales del 2007.

La encuesta refleja que los furibundos mensajes localistas no han servido al regidor socialista para ganar adeptos sino para amarrar los que ya tenía. Su gran baza sigue siendo el arreglo de aceras con los fondos del Plan E. Y espera rentabilizar también la apertura del auditorio de Beiramar antes de los comicios de mayo. Otros grandes proyectos que dio por hechos en varias ocasiones (AVE, depuradora, biblioteca estatal...) aún continúan en realidad sin salir de los papeles.

El líder local del BNG, Santiago Domínguez, revalida su posición como socio imprescindible. Los nacionalistas parecen recuperar algo de fuelle tras su convulsa salida de la Xunta. En Vigo tratan de sacar partido al trabajo de recuperación del Casco Vello, la promoción turística, la cultura y las ayudas sociales.

Corina Porro no mejora. La candidata del PP mantiene un perfil político bajo (incluso frente a los ataques del gobierno local a sus obras) y sigue centrada en su labor al frente de la Autoridad Portuaria, donde apura la reforma del muelle de trasatlánticos, en pleno centro urbano, como gran reclamo electoral. Pero aún así sigue siendo factible que llegue a alcanzar la mayoría absoluta que necesita para gobernar. La candidata popular, aunque no atraviesa su mejor momento, tiene un grado de conocimiento similar al del alcalde y consigue mejor valoración (4,43 frente a 4,23).

Ningún cabeza de cartel despierta entusiasmos. Suspende el gobierno y suspende la oposición. Tanto es así que Ferrol es la única ciudad de Galicia con mayor descontento en el electorado. En Vigo hay un 24% de abstencionistas, un 4,8% tienen previsto votar en blanco y casi un 19% se muestran indecisos. Este último porcentaje se antoja decisivo para desnivelar la balanza hacia un lado u otro. Mantiene las espadas en alto.

La incertidumbre, de aquí a mayo, la alimentan dos factores: el papel de la Xunta y la evolución de la política nacional. ¿Saldrá el PP de la indolencia para responder a la estrategia de permanentes ataques al Gobierno de Feijoo por supuesto maltrato a Vigo? ¿Pagará Caballero, como otros alcaldes, el desgaste de Zapatero?