La segunda derrota del Pilotes en esta temporada todavía escuece en el conjunto vigués. Los académicos cayeron en Huesca (30-27) ante el ahora líder en solitario de la División de Honor de Plata masculina. Los vigueses consideran que el arbitraje de la pareja formada por los andaluces Murillo Castro y García Sánchez perjudicó notablemente los intereses del Octavio.
El presidente del club vigués, Javier Rodríguez mostraba ayer su indignación por lo sucedido. A pesar de que no asistió al partido, pudo ver el vídeo del encuentro y su enfado era mayúsculo. «Podíamos haber estado jugando tres días que ese partido no lo ganábamos en la vida. Fue escandaloso se produjeron hechos que no había visto nunca en balonmano», comenzaba diciendo a este diario el dirigente para proseguir explicando que «nos pusimos con un 1-5 a favor y el público callado. A los cinco minutos de partido, sin haber cumplido ni el ciclo de tarjetas, empezaron las exclusiones y nos dejaron ya con dos jugadores menos. Hasta Cerillo que es muy comedido estaba indignado», apuntó en referencia al capitán académico.
Rodríguez cargó contra la designación de dos colegiados recién ascendidos a la categoría para un choque entre el primero y segundo de la tabla. «No se puede entender que este partido lo piten dos niños andaluces. Lo peor es que me parece que el sábado en Aranda nos puede pasar lo mismo -pita la pareja Amigo Plaza y Espadas García de Ciudad Real-. Espero que al final de la temporada suban los dos mejores en la pista de juego y que no se ascienda por factores externos».
El técnico del Pilotes, Quique Domínguez, acudió en el descanso al vestuario arbitral ya que a su juicio «el arbitraje de la primera parte fue claramente perjudicial. Hubo un encadenamiento de decisiones increíbles. El Huesca le dio la vuelta al partido gracias a esto mientras nosotros estábamos incrédulos con lo que estábamos viendo». El entrenador pontevedrés considera que hubo un problema de designación en este choque ya que «ni siquiera había mucha presión ambiental para los árbitros pero el partido les vino muy grande. El arbitraje marcó el desarrollo del partido. Después de hablar con ellos en el descanso mejoraron pero ya estábamos seis abajo».
Sobre la posibilidad señalada por su presidente de que en Aranda puedan tener otra actuación tan negativa de los colegiados argumentó que «espero que no se repita en Aranda pero esa es una pista caliente en la que los árbitros se dejan influenciar un poco».
Pedro Posada, vicepresidente del Celta, y patrocinador del club académico, destacó el dolor que les había producido la forma de perder en la pista aragonesa. «Esta derrota fue más dolorosa por la forma en la que se produjo. Hablé con Quique Domínguez al acabar el partido y venía desesperado porque eso es perder de una forma lamentable. Los árbitros dejaron al equipo cuatro o cinco veces con cinco y hasta cuatro jugadores. No es normal que en un partido tan trascendental como este entre primero y segundo pitasen dos niños, dos jóvenes, que aún no han adquirido experiencia», comentó.
El presidente del Comité técnico de árbitros es el vigués Rodrigo Costa, y el encargado de designar los colegiados para la División de Honor de Plata el lucense Pablo Permuy. El club vigués entiende que esta proximidad puede perjudicarles en lugar de beneficiarles.