Una vía romana en Chan da Lagoa resultó arrasada hace dos años por vertidos procedentes presuntamente de las obras de ampliación del embalse de la parroquia de Baíña. Toneladas de tierra quedaron acumuladas en los montes comunales, una actuación muy criticada por colectivos defensores del Patrimonio.
Es la causa que apunta la víctima para explicar la agresión que sufrió el pasado domingo. Afirma que acudió numerosas veces al Concello de Baiona para poner en conocimiento de las autoridades locales este atentado contra el patrimonio histórico, pero no consiguió impedir que el transporte cascotes empleando maquinaria pesada arrasaran los vestigios. Denunció la situación hace dos años, cuando Antonio Mijón era el presidente de la comunidad de montes.
«Ahora voy a ser un padre coraje y voy a denunciar las desfeitas directamente en Patrimonio», comentaba ayer el progenitor de la víctima. El hombre se ha refugiado en casa de sus padres y no se atreve a salir a la calle. Otros aterramientos llevados a cabo en los montes de esta comunidad también han sido objeto de polémica durante los últimos años. La Xunta abrió una investigación cuando aparecieron restos arqueológicos entre los escombros que fueron utilizados para rellenar una pista forestal cerca del embalse y que sirve de acceso a un conjunto de petroglifos.