Tres artistas se reivindican ante un promotor inmobiliario de Moaña como autores de la silla

El misterio que envuelve la silla de cuatro metros colocada sobre las ruinas de la torre medieval de Meira parece que empieza a resolverse. El gerente de una inmobiliaria moañesa, Moisés Campos, se plantó ayer ante la escultura con un cartel de su empresa. Su intención, asegura, no era otra que provocar que los autores se diesen a conocer a fin de comprarles la silla en cuestión, para así colocarla en su oficina.

Mientras apoyaba el cartel de su inmobiliaria en la silla lo grabó una televisión y luego apareció ante los moañeses como el autor. Él lo niega. Campos dice que poco después se presentaron en su inmobiliaria tres personas «cabreadas» reprochándole lo que había hecho. No las conocía, por lo que concluyó que no son vecinos de Moaña.

El promotor les propuso comprarle la silla. Ellos, siempre según su porpio relato, le propusieron a su vez que les comprase una docena de cuadros.

Retirada

El grupo ecologista Luita Verde, por su parte, denunció ante la Dirección Xeral de Patrimonio de la Xunta de Galicia y ante el Concello de Moaña la instalación de la silla sobre un yacimiento catalogado como Bient de Interés Cultural (BIC). Por ello, el colectivo pide su retirada inmediata y acusa al alcalde de irresponsable por no haberlo hecho ya.

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