Condenado a un año de prisión por vender un solo porro

Luis Carlos Llera Llorente
Luis Carlos Llera VIGO/LA VOZ.

VIGO

08 sep 2010 . Actualizado a las 10:30 h.

Un joven vecino del Casco Vello ha sido condenado a un año de prisión por vender menos de un gramo de hachís, una cantidad con la que apenas se elabora un cigarrillo de cannabis.

Inicialmente la fiscalía solicitaba para Juan Carlos I.H. una pena de dos años y nueve meses de prisión. Pero el ministerio público y la defensa acordaron que el juicio no se celebrase en un juzgado de lo penal a cambio de que el acusado aceptase una condena de un año de cárcel. Asimismo el juez le ha impuesto una multa de 41 euros que tendrá que pagar en el juzgado en el plazo de un mes.

El camello llevaba encima siete gramos de marihuana. Pero la posesión de esta droga para su autoconsumo está permitida. No así la venta. La policía nacional sorprendió a Juan Carlos vendiendo la droga, pero el presunto comprador no apareció en el juzgado como testigo.

En la lectura de resolución de conformidad, el juez advirtió al condenado que no ingresará en prisión, puesto que carece de antecedentes penales pero que si vuelve a delinquir a corto plazo, tendrá que ir a prisión.

«¡Retírate de la calle!»

«¡Retírate de la calle!», le aconsejó el abogado defensor al joven cuyo estado de salud dental no era bueno. Aunque el deterioro de la dentadura es síntoma de consumo de sustancias estupefacientes el acusado aseguraba que «yo he movido todo tipo de mercancía pero nunca me he metido nada».

El traficante vive en la calle Real y afirmó ayer sentirse sorprendido por la proliferación de heroinómanos en las calles del Casco Vello en busca de dosis. «Yo veo como se pinchan en la Travesía de la Esperanza con todo descaro», relata Juan Carlos I.H, mientras hace cábalas sobre el momento adecuado par apagar la multa que le han impuesto, una cantidad que el juez considera asequible para el condenado, que tendrá que abonarla en el plazo máximo de un mes.

El caso originó un debate improvisado en los pasillos de los juzgados. Para el juicio por la venta de menos de un gramo de hachís habían sido movilizados expertos peritos que analizan la droga y que tenían que testificar sobre la composición de la sustancia incautada y su grado de pureza.

Pero la controversia más entretenida fue la que sostuvo el abogado de la defensa acerca de la represión policial. Los agentes que se dedican a la persecución de los traficantes de drogas consideran que eliminar puntos negros contribuye decisivamente a la mejora de la seguridad ciudadana en el entorno. Los vecinos de una determinada zona les llaman para que así sea. De hecho, este verano ha habido un aumento de la presión policial en el Casco Vello precisamente por las quejas de los habitantes del barrio. Pero el jurista minimizó las pequeñas ventas para satisfacer el autoconsumo de drogas y considera que el ingreso en prisión de este tipo de personas les produce más perjuicios que beneficios porque conviven con otros delincuentes más peligrosos.