El incendio que mató a dos brigadistas en Fornelos de Montes fue provocado

David Suárez (Redacción digital) / Laura Míguez (La Voz) / EFE

GALICIA

Los fallecidos tenían una larga experiencia en dispositivos de extinción. El fuego, que se ha conseguido controlar esta mañana, obligó a desalojar de madrugada a vecinos de la parroquia de San Vicente de Oitavén.

15 jun 2017 . Actualizado a las 13:57 h.

Dos operarios de las cuadrillas de extinción de incendios que trabajaban ayer en el municipio pontevedrés de Fornelos de Montes perdieron la vida tras quedar atrapados por las llamas.

Los fallecidos son Julio Martínez Da Silva (27 años), natural de la parroquia de Estás en Tomiño y Rodrigo Amo González (35), de la parroquia de Priegue en Nigrán. Ambos tenían una larga experiencia como brigadistas. Habían participado, respectivamente, en siete y cinco campañas de dispositivos de extinción y actualmente trabajaban para la empresa pública Seaga.

Julio Martínez y Rodrigo Amo formaban parte, según ha explicado esta mañana en rueda de prensa el conselleiro de Medio Rural Samuel Juárez, de un grupo formado por siete personas que se encargaba de planificar las labores de extinción. Sobre las once de la noche sus compañeros advirtieron de que faltaban ellos dos y se pusieron a buscarlos. Los cuerpos fueron hallados pasada la medianoche a cien metros de la pista donde los habían visto por última vez. De madrugada fueron trasladados al hospital Nicolás Peña de Vigo, donde se les efectuará la autopsia.

Según Samuel Juárez, en el momento en que ambos brigadistas se vieron sorprendidos por las llamas, el fuego no era especialmente «complicado». Medio Rural mantiene abierta una investigación para saber por qué motivo se separaron del resto del grupo.

El incendio fue provocado

Por la hora y el tipo de incendio, la Xunta cree que fue provocado. El fuego fue controlado esta mañana aunque por la tarde se ha reavivado. Los momentos más difíciles se vivieron de madrugada porque las labores de búsqueda de los brigadistas desaparecidos y el viento facilitaron la extensión del incendio, que según los primeros cálculos ha afectado a cien hectáreas.

Dada la peligrosidad y la falta de control del incendio, que se movía con velocidad en dos frentes diferentes, sobre la una de la madrugada se decretó la alerta de nivel 1 y se ordenó a la mayoría de los vecinos de la parroquia de Oitavén que abandonaran sus casas. La zona es «orográficamente complicada» y, por eso, esta mañana a pesar de la vuelta a la normalidad se mantuvieron en la zona tres motobombas.

En el dispositivo de extinción participaron los grupos del Grumir de Redondela, Moaña y otros concellos vecinos. También intervinieron 16 brigadas, diez motobombas, tres palas, cuatro helicópteros y un hidroavión.

Ningún brigadista desaparecido

Las primeras informaciones también apuntaban que los equipos de rescate y las brigadas de extinción buscaban también a los otros cinco miembros del grupo que podrían estar atrapados. Pero a las ocho de la mañana la Consellería de Medio Rural aclaró que no se había perdido el contacto con ningún otro integrante del operativo.