Moverse por libre en Vigo sale caro

E.V.Pita VIGO/LA VOZ.

VIGO

Los forasteros demandan servicios como el paso del bus turístico cada media hora, eliminar los precios fijos de los barcos a las Cíes y un bono de 10 viajes de Vitrasa

02 ago 2010 . Actualizado a las 11:46 h.

¿Está Vigo preparada para el turista que va por libre? Durante un fin de semana, La Voz fue la sombra de una turista independiente que pasó tres días en la ciudad y que se topó con graves problemas de logística y caro transporte.

Nada más aterrizar en el aeropuerto de Peinador, la forastera siguió la flecha indicativa que lleva a la parada del autobús C9B, que comunica la terminal con la ciudad. No está dispuesta a pagar 20 euros por un trayecto en taxi, lo mismo que le cuesta un vuelo a Roma desde Madrid, si lo puede hacer por 1,17 euros. El problema es que el aparcamiento de Peinador está en obras y desaparecen los carteles que le indican la parada de bus. Al poco, cargada con la maleta, se pierde pero un viajero le ayuda a llegar al pie de la avenida del Aeropuerto, donde está la parada. «¿Esto será provisional, no?», pregunta.

A lo largo de su estancia en Vigo, se topará con otras situaciones capaces de espantar al turista más paciente. Por ejemplo, Vigo tiene un bus turístico que solo pasa cada dos o cuatro horas, cuatro compañías de barcos a las Cíes que cobran todas lo mismo o autobuses urbanos que carecen del bono diez o de una tarjeta 24 horas que permita al visitante moverse libremente por la ciudad y sus playas.

La primera sorpresa llega cuando la turista, que quiere visitar Rodas, la mejor playa del mundo, acude a la estación de ría para buscar precios de los barcos que van a las Cíes. Cuatro compañías ofertan el pasaje pero todas cobran lo mismo, 18 euros. ¿En la ría no funciona la teoría de la libre competencia? Los economistas predicen que si hay mucha oferta de viajes, algunas compañías querrán captar clientes con tarifas más baratas como hace Ryanair con sus vuelos de bajo coste. Pero en Vigo, ponen precios fijos.

Compiten en horarios

Como la turista frunce el ceño, una dependienta le explica que algunas compañías disponen de veloces catamaranes capaces de cubrir la travesía en media hora. La competencia se reduce a ofertar mejores horarios o más frecuencias. Algo de poca ayuda, ya que el billete a las Cíes solo se vende de ida y vuelta cerrado con la misma compañía.

Un paisano le explica a la visitante que hace años había un régimen de monopolio en los viajes a las Cíes, que solo cubría una compañía. Ahora, el servicio está liberalizado. Pero, ¿hay competencia real cuando todos cobran lo mismo, sea un veloz catamarán o una lancha lenta?

La turista se lleva el segundo chasco cuando, unos metros más adelante, visita la caseta de información del Concello y pide los horarios del bus turístico de dos plantas, el Vigo Tour. Hay cuatro servicios al día, hace parada de 20 minutos en el parque de O Castro, la ruta hasta Samil dura dos horas y cuesta 7,5 euros. Si el pasajero se queda prendado de un paraje natural y desea apearse y pasear, puede tomar con el mismo billete el siguiente bus turístico que pasa dos horas después. Con una salvedad, el que circula después de comer tarda cuatro horas y media en volver a recogerla. La forastera, que se ha movido por otras ciudades, se queda pensativa. ¿No sería mejor que las frecuencias fuesen flexibles, por ejemplo, cada media hora, para que el turista se suba y baje donde quiera?

Sin tarjetas descuento

La visitante concluye que el bus turístico no le permite viajar a la carta y decide ir por libre en las líneas de Vitrasa. Pero el billete ordinario le cuesta 1,17 euros por trayecto sin derecho a transbordo. Si quiere hacer una excursión a Samil y debe hacer un cambio de línea, se gastará 4,80 euros en ir y volver. Una ruta con paradas en A Pedra, O Castro, Castrelos, Bouzas y Samil, similar a la de Vigo Tour, puede salirle por 10 euros con el Vitrasa. En tres días, la turista se habrá pulido una fortuna en transportes.

La turista pregunta dónde comprar el típico bono descuento de 10 viajes o una tarjeta 24 horas pero resulta que Vigo carece de este pase que permite viajar libremente en bus a precio reducido o todo el día. Lo más parecido es la Tarjeta Verde de Vitrasa pero solo beneficia a los residentes. El anterior gobierno local lanzó la VigoCard, con descuentos en 80 tiendas y en el Vigo Tour, pero excluyó a los buses de Vitrasa.

La forastera decide visitar el parque de O Castro y viaja de pie en el atestado C1. Un empleado de la taquilla del poblado castreño le pregunta si es foránea y le pasa unas fotocopias en castellano para que traduzca los paneles informativos del museo, rotulados solo en gallego. En la entrada de la fortaleza y, luego, en Castrelos, la visitante se cruza con el bus turístico. Solo van diez pasajeros a bordo.