El Consorcio de la Zona Franca de Vigo prevé invertir 302 millones de euros en la creación de tres nuevos parques empresariales y en la ampliación de otro ya existente, de modo que podría casi duplicar así su oferta actual de superficie, al pasar de unos 3,5 millones de metros cuadrados actuales a más de seis. El plan 2010-2013 supondrá el más ambicioso proyecto de la agencia de desarrollo en toda su historia (fue constituida en 1947) y una apuesta decidida para que los inversores dispongan de suelo empresarial cuando, según vaticina el Consorcio, se supere la crisis económica actual. El plan de Zona Franca considera que todo este esfuerzo conllevará la generación de unos 13.000 puestos de trabajo directos.
La Zona Franca, encabezada por la delegada especial del Estado, Teresa Pisano, reivindicó ayer en un multitudinario acto celebrado en su sede central de Vigo su protagonismo inversor en la ciudad y en su área metropolitana, incidiendo en que sus actuaciones han tenido un gran impacto económico y un efecto multiplicador sobre el conjunto de la economía gallega, al ser Vigo, en palabras de Pisano, el motor empresarial de Galicia. En el citado acto estuvieron presentes numerosos representantes de las clases empresarial, financiera y política, un auditorio que pudo presenciar el nuevo vídeo promocional de la Zona Franca, en el que se entremezclan imágenes sobre la actividad industrial de la mayor ciudad de Galicia y se desgranan todas las cifras del mencionado 2010-2013.
Imparcialidad
Pisano, quien mantuvo en todo momento de su discurso un prudente distanciamiento del que sería sin duda un fácil, y casi obligado, enfoque con tintes político-administrativos -el Consorcio está adscrito al Ministerio de Hacienda- optó, en este sentido, por un inteligente mensaje de imparcialidad sobre sus planes de futuro (es decir, que solo responden a puros criterios técnicos y socioeconómicos). Afirmó la número uno de la Zona Franca ante el delegado del Gobierno, Antón Louro, y el alcalde de Vigo, Abel Caballero, que «Zona Franca es consciente de que en estos momentos de crisis, más que nunca, las instituciones tienen que hacer apuestas ambiciosas, fomentar actuaciones que permitan generar empleo y ofertar las condiciones para que las empresas puedan cubrir sus necesidades de suelo industrial, no limitando su crecimiento a futuro, como ocurrió en nuestro pasado reciente».