Educación retrasa un mes la decisión sobre el cierre del colegio de Ponteareas

L.Míguez PONTEAREAS/LA VOZ.

PONTEAREAS

El jefe territorial mantendrá una reunión con el gobierno y los padres para analizar la situación

27 may 2010 . Actualizado a las 12:12 h.

Seis alumnos podrían ser suficientes. La amenaza de cierre que pende sobre el colegio de San Mateo de Oliveira podría no llegar a convertirse en realidad. Todo depende de la decisión que tome la Consellería de Educación, puesto que el informe desfavorable del inspector no es vinculante para garantizar la supervivencia de las instalaciones.

Para analizar la situación, el jefe territorial de Educación, César Pérez Ares, mantendrá una reunión el próximo mes con los padres afectados y el gobierno local. En la sesión se analizarán los datos de alumnado tanto del próximo curso como del 2011-2012, para asegurarse que existen matriculaciones suficientes para que este colegio de Ponteareas siga abierto.

El pasado año Pérez Ares se comprometió a que con un mínimo de seis alumnos el centro no estaría obligado a cerrar, una promesa a la que ahora se aferran los padres de la parroquia, que quieren que el colegio permanezca abierto. Seguir en el panorama educativo del municipio, tal y como ha hecho en los últimos treinta años, es un reto al que ya se enfrentó en el pasado.

De hecho, los padres aseguran que remitirán las mismas firmas de apoyo que ya recogieron en la anterior ocasión. En total son cerca de 200, según apuntan los afectados, además del apoyo de las asociaciones de la parroquia y del gobierno local.

Evitar el centro

Todo para evitar que sus pequeños abandonen el entorno familiar entre los 3 y los 5 años. Porque pese a que los colegios del casco urbano ofrecen ventajas como el comedor escolar o el programa Madruga, lo cierto es que en Santiago de Oliveira no quieren ni oír hablar de que sus pequeños acudan al Ramiro Sabell.

«Teñen mais solicitudes que prazas. Non entendemos que se está tan masificado o ensino no casco urbano, queiran pechar escolas nas parroquias», apuntaron los padres afectados, que aseguran que las instalaciones son aptas para atender a sus pequeños.