Ganaderos de Sabucedo quieren prohibir la palabra «rapa» en Oia

A ESTRADA

La entidad amenaza al ayuntamiento con tomar medidas si usan el término en cualquier comunicación

22 may 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

La intención de la asociación de ganaderos de Sabucedo de apropiarse de los términos recogidos en el diccionario de la Academia da Lengua Galega «rapa» y «rapa das bestas» ha levantado una enorme polémica en el Concello de Oia, donde la tradición de los curros se remonta a sus más primitivos pobladores.

Una comunicación recibida estos días por parte de esta entidad en el Ayuntamiento ha dejado perplejo al alcalde, Alejandro Rodríguez, y el asombro también se ha extendido entre los propietarios de caballos salvajes que habitan en la sierra de la Groba. En la misiva, la asociación pontevedresa prohíbe al Ayuntamiento que utilice el término «rapa» en ningún tipo de comunicación ni publicidad. Dicen que tampoco se puede utilizar como marca comercial de prendas, cosa que nunca ha ocurrido en Oia.

Estos ganaderos advierten de que tanto «rapa» como «rapa das bestas» son marcas comerciales registradas y patentadas y, como tal, les pertenecen. Advierten además que en el caso de que Oia siga utilizando este término para referirse a los curros, tomarán las medidas que consideren oportunas en defensa de sus intereses. Firma el escrito José Paz Silva, presidente de la asociación de ganaderos de Sabucedo.

Para los ganaderos del municipio esta exigencia es ilógica, según manifestó el tesorero de los curros que se celebran en la parroquia de Torroña.

Creen que es incomprensible no poder seguir llamándole rapa a la tradición que durante siglos han denominado de esta forma.

El diccionario oficial de Galicia define este término como la operación de cortarle el pelo a los caballos salvajes, sin que en ningún momento se especifique que deban ser los que viven libres en los montes de Sabucedo, los de Oia, o los de cualquier otra localidad.

La rapa das bestas es un rito que se repite en cada uno de los curros y es lo que da sentido a la fiesta equina. Una vez encerrados en el recinto pequeño, los ganaderos proceden a cortar las crines al ganado mostrenco. Además les quitan los parásitos, cuentan las crías que han nacido durante el invierno, antes de volver a ponerlos en libertad.