La madre aún no ha contactado con la delegación de Vigo para subsanar el error
12 may 2010 . Actualizado a las 11:42 h.Juega a las muñecas y pinta, como cualquier niña de su edad, pero Hacienda somos todos, así que la Agencia Tributaria le ha enviado un borrador con su declaración del IRPF. Hacienda atribuye a Noa Vasconcellos Miniño, de solo cuatro años de edad, unos ingresos de 5.151 euros, una cantidad que la niña no ha visto ni en billetes de Monopoly jugando a las casitas. La menor asistirá hoy a sus clases en la escuela Cova Terreña con la expectación que originan los errores de los mayores.
La Agencia Tributaria envió la semana pasada el borrador con la declaración de Noa Vasconcellos Miniño a su dirección en la parroquia baionesa de Baredo. «La dirección está correcta y en Baiona no hay ninguna otra persona que se llame así, no es un nombre corriente», dice Cristina Miniño, madre de la niña.
Para ella, lo sucedido constituye un auténtico misterio. La menor tiene un cartilla de ahorros abierta a su nombre en una entidad financiera, pero la cuenta es de apenas 120 euros, cifra que dista mucho de los más de cinco mil euros de ingresos que le atribuye el departamento ministerial.
Lo curioso es que a casa de Cristina no han llegado los borradores de ella y de su marido, empleados de una gasolinera en Baiona y en la fábrica de PSA-Peugeot Citroën en Vigo, respectivamente que son los que tendrían que haber enviado.
La pareja tiene otro niño de nueve años de edad. El vástago mantiene una cuenta corriente más saneada que su hermana, puesto que asciende a 1.300 euros, fruto de los regalos familiares que se van acumulando poco a poco en el banco. Pero a diferencia de su hermana, al chico no le ha llegado ningún borrador.
«Lo raro no es que se haya equivocado Hacienda, lo raro es que sea una menor y me han dicho que la primera vez que te lo mandan lo tienes que pedir», dice la extrañada madre, que esperará la próxima semana para acudir a la delegación de Hacienda en Vigo y pedir explicaciones. «No me apuré tanto porque es una cantidad pequeña y le toca a devolver», manifiesta Cristina Miniño.
La joven madre trabaja en una estación de servicio a la entrada de Baiona en la que reposta habitualmente la Guardia Civil. En una de esas paradas para repostaje comentó el incidente y un miembro del Instituto Armado le recomendó que se pusiese en contacto con la Agencia Tributaria. «Me dijeron: `Vete a Hacienda y arréglalo». «Yo creo que cuando ven el borrado equivocado lo romperán sin más», señala esta joven que nunca ha tenido ningún problema con Hacienda.