El juicio a marineros detenidos en el conflicto de Massó provoca un paro de la flota pesquera

J. Santos CANGAS/LA VOZ |

VIGO

08 may 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

La cofradía de Cangas paralizará por completo la actividad pesquera el día 12 y pide a los de los demás pósitos de la ría de Vigo que acudan «masivamente» a Pontevedra para apoyar con su presencia a los dos marineros que serán juzgados en la sala de lo penal número 2 a las 11.00 horas del próximo miércoles. El Concello cangués y la cofradía pondrán autobuses a disposición de los marineros y vecinos que decidan apoyar a los dos encausados.

La denuncia contra los marineros la presentó en su momento la Guardia Civil. La fiscal pide una pena de diez meses de prisión para cada uno de los hermanos que se sentarán en el banquillo por un supuesto delito de resistencia a la autoridad durante una protesta contra las obras del puerto deportivo de Massó.

La defensa de Javier Costa alega que los hechos no son constitutivos de infracción penal alguna, por lo que pide la absolución de acusado. Propone como testigos a varias de las personas que se encontraban en el lugar, incluyendo a los agentes de la Guardia Civil que también cita el fiscal y al encargado de las obras del puerto deportivo.

Las detenciones

El 22 de septiembre del año pasado, un centenar de personas se concentró en uno de los caminos de acceso a Massó, el único en aquel momento, en el que el Concello cangués no había colocado una señal para impedir el paso de vehículos pesados. En el grupo estaban varios marineros de la cofradía de Cangas, entre ellos, los hermanos José y Javier Costa. La pretensión de los concentrados era impedir el paso de un camión cargado de piedra a las obras.

Los agentes escoltaron al camión. Delante del vehículo iba el grupo de manifestantes a paso lento. Una vez en Massó y después de que el camión entrase en el recinto vallado, los concentrados continuaron su protesta, coreando consignas.

José Costa estaba separado del grupo, a unos 50 metros. De pronto, un agente de paisano se acercó a él y le pidió que se identificase. El marinero se negó. Acudieron más agentes y, al ver el incidente, corrieron hacía él varios de los concentrados.

Los guardias esposaron a Costa, a pesar de las protestas de sus compañeros y se lo llevaron al coche policial. Cuando lo introducían en el vehículo, el detenido pidió hablar con su hermano. Aprovechó la breve conversación para entregarle su teléfono móvil.

La Guardia Civil registró a Javier Costa y se requisó el teléfono. El marinero intentó impedírselo, forcejeando. Fue también detenido, en medio de las protestas de los demás manifestantes. La fiscal dice que ambos insultaron a los agentes, llamándoles torturadores y asesinos «con el evidente ánimo de vilipendiar el principio de autoridad». Afirma también en su escrito de acusación que los agentes emplearon «la fuerza mínima indispensable» para detenerlo «ante la actitud del acusado».

La asociación de naseiros Alvedosa de Arcade ya anunció ayer su apoyo a la huelga de sus colegas de Cangas. «Estes compañeiros van a ser xulgados por defender os postos de traballo, o pan das súas familias, o medio ambiente e o medio mariño», dice el colectivo de naseiros. Alvedosa lamenta que tengan «impunidade total» los «responsables de moitos recheos como os de Marín e Vigo, así como de verquidos contaminantes que supuxeron e supoñen unha desfeita nas rías, causando a perda de moitos postos de traballo no mar e causando danos ecolóxicos que ninguén determina».