Quique Domínguez se da un compás de espera antes de decidir si continúa en el banquillo del Pilotes
VIGO
El varapalo del descenso aún no ha sido digerido por los seguidores del Academia Octavio, y tampoco de su entrenador Quique Domínguez. El técnico se va a dar un tiempo antes de decidir si tiene energía para continuar al frente del equipo. «Ahora mismo estoy muy tocado. Tenemos que sentarnos pero necesitamos repensar y hablar todo para poder tener ilusión en volver a llevar esto para arriba», señaló ayer en declaraciones a Radio Voz.
«Nos hubiese gustado otro desenlace pero se veía venir. Esto se vive mal y con mucha tristeza. He pasado por este trance como jugador y entrenador pero uno no se acostumbra. Tienes la sensación de que el trabajo ha servido de poco o de nada», comentó el entrenador del Pilotes que bajo esta línea de desazón reconoció que «estoy muy decepcionado. Tengo una sensación de vacío grande. No tengo ni la distancia ni la frialdad para poder sacar conclusiones porque está todo demasiado fresco como para ser objetivos».
A falta de dos jornadas para que concluya el campeonato, el técnico admite que estos partidos «van a ser muy duros porque es muy difícil competir. El equipo acabó muy tocado después de la derrota de Éibar. Se nos han ido pasando partidos muy importantes para la permanencia como Cangas o Alcobendas y a la desesperada tampoco. Con cuatro puntos en la segunda vuelta es casi imposible salvarse». Otro de los condicionantes para el descenso que señaló fue que «solo logramos fuera de casa una victoria en Cuenca. Hemos encajado resultados muy abultados. La temporada nos la marcan los partidos en nuestra pista. Perdimos con Alcobendas y Antequera y esos resultados nos hicieron mucho daño». Sobre la posibilidad de que Galicia se queda sin un representante en la máxima categoría comentó que «hay que esperar por el Teucro que tiene algunas opciones pero es una pena que Galicia se queda sin un equipo en la élite. Es reflejo de que falta apoyo y ayudas para hacer proyectos mínimamente sostenibles en la Asobal».