Los legajos de Lavadores que se conservarán serán seleccionados por una junta de expurgo

E.V.P.

VIGO

12 mar 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

El juez decano de Vigo, Germán Serrano, confirmó ayer que una comisión de expurgo deberá examinar los papeles de Lavadores antes de ser enviados al Archivo Histórico de Pontevedra, por tratarse de documentos con más de 30 años de antigüedad. El archivo de Lavadores contiene pleitos desde 1902 a 1941, así como datos del Registro Civil.

La consellería de Xustiza busca fecha para poner en funcionamiento la Xunta de Estudo de Expurgo da Documentación Xudicial. Este órgano tiene como ámbito toda Galicia y su misión es conservar los documentos con valor histórico o artístico y eliminar el papel sobrante.

Inventario

La Xunta deberá hacer un inventario previo de los documentos, en el que participarán archiveros de Xustiza y de la dirección xeral de Patrimonio de la consellería de Cultura. Los expertos seleccionarán el material que se va a destruir y cual se mandará al archivo provincial. Está previsto eliminar el 90%, en su mayoría pleitos sin valor histórico, para reducir el almacenaje.

No obstante, el juez decano de Vigo comenta que la Justicia es partidaria de conservar los pleitos porque «hace poco, una señora vino a consultar un juicio de los años 60 y aquí lo teníamos». Otras veces, quieren recuperar originales de la escrituras de la propiedad que fueron insertados en un expediente judicial.

Los libros del Registro Civil, con datos de inscripciones, seguirán archivados en Vigo por si alguien reclama su partida de nacimiento.

Documentos privados

La Xunta se opone a entregar los legajos con pleitos a una entidad particular y privada como puede ser la asociación cultural y vecinal de Lavadores, que ya ha ofrecido un local para conservarlos y estudiarlos. «Son documentos judiciales que dependen de la autoridad y tienen carácter personal, no se puede dar a una entidad particular. Lo que no valga, se expurga», señalaron fuentes de la consellería.

Por otra parte, la falta de espacio en los archivos de Vigo obliga a que numerosas carpetas con expedientes judiciales sean almacenadas en huecos de los pasillos.