El Comesaña roza el podio en Haro

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22 feb 2010 . Actualizado a las 11:31 h.

Cuatro míseros puntos le separaron del podio. El Comesaña se quedó con la medalla de chocolate en el cros corto del nacional de clubes disputado en la localidad riojana de Haro. Pero lejos de maldecir la posición, las viguesas están felices. Superaron la lesión de Marta Fernández y el catarro de Sandra Mosquera para escribir la mejor página de la historia colectiva del club. Un equipo formado por gente de la casa que tuteó de principio a fin a los grandes del fondo español.

La encargada de tirar del carro fue Marta Fernández. La campeona gallega apenas pudo entrenar durante toda la semana por una fascitis plantar, pero la gondomareña salió en cabeza -«que tiña que ver por onde pisaba polo pe», comentó después- y allí se mantuvo hasta los últimos metros en compañía de un grupo en el que viajaban Bani Aicha, que al final ganó la prueba, y Zulema Fuentes-Pila, que fue segunda. Al final, el pie le pasó factura y se quedó sin un último cambio que quizás le permitiría mejorar el quinto puesto individual alcanzado. «Despois dun badén que había, quería cambiar porque eu sempre esprinto, pero non era posible», comentó Marta.

La jefa de filas siempre fue regulando la carrera, sabiendo en todo momento que Sandra Mosquera le cubría las espaldas. Y eso que Sandra, aún promesa, vivía su primera prueba nacional con las atletas sénior. Por encima estaba resfriada. «Tiña catarro, pero fixo unha gran carreira. Sabía que viña detrás de min e se me pasaba, non había ningún problema porque aquí o importante é o clube». Al final Sandra Mosquera fue sexta.

Para el certamen puntuaban las cuatro primeras de cada equipo, y los 98 puntos del Comesaña se completaron con el vigésimo tercer puesto de la teense Yolanda Gutiérrez y con el puesto 64 de Águeda Blanco. Soledad Castro no tuvo su día y no pudo entrar en los puntos.

Con tres puntos menos se llevó el bronce el Puerto de Alicante (con 95 puntos), mientras el Scorpio era segundo y el oro se lo llevaba el Piélagos Cántabro. Los dos primeros eran inalcanzables.