Una incógnita de 350 millones

VIGO

Urbanismo da un giro radical al proceso para legalizar Finca do Conde sin que la oposición proteste y evitar indemnizaciones

19 feb 2010 . Actualizado a las 11:50 h.

José Mariño y su equipo van a intentar la cuadratura del círculo en Finca do Conde. Cuando todos creían que más pronto que tarde se concedería una nueva licencia para (intentar) legalizar el centro comercial y las dos torres anexas el concejal de Urbanismo ha iniciado una nueva vía, supuestamente más segura. Cuando el lunes el pleno municipal valide el acuerdo adoptado ayer en la Gerencia quedará suspendida durante un año la concesión de licencias en este ámbito hasta que el Concello (y la Xunta) aprueben un nuevo planeamiento. Lo sorprendente del caso es que el gobierno local se apoya en la falta de condiciones urbanísticas de Finca do Conde para justificar la suspensión. Asegura el informe técnico que este área está muy colmatada, que los viales sin insuficientes, que no existen zonas verdes y que la terraza superior del centro comercial no cumple la función de área pública para la que había sido diseñada. No es fácil imaginarse como podrán solventarse estas carencias sin afectar a lo construido, lo cual es una máxima inviolable pues en caso contrario el Concello tendrá que abonar indemnizaciones de decenas o incluso de cientos de millones de euros. «Parcela en blanco» Con la finalidad de dejar las cosas claras o, probablemente, para cumplir con un guión inviolable, Mariño aseguró ayer que una vez suspendidas las licencias «Finca do Conde será una parcela en blanco». En otras palabras, que el Concello puede planificar urbanísticamente su futuro con completa libertad. Aunque teóricamente sería posible, el gobierno vigués ha insistido hasta la saciedad en que evitará el derribo de lo construido para evitar el pago de 350 millones de euros en indemnizaciones. Con esta premisa es fácil deducir que se volverán a dibujar sobre el papel las mismas construcciones, con lo que aumentar los viales o las zonas verdes sería toda una proeza. El concejal de Urbanismo no aclaró ayer el embrollo argumentando que «es preciso esperar a que los técnicos hagan su trabajo, ya que aventurar cualquier opinión sería una osadía». Como la suspensión tiene un máximo de un año, antes de las municipales de 2011 se sabrá como queda Finca do Conde.