El aceite y el agua no son muy buenos amigos. Nunca se mezclan por su propia voluntad. Ni por mucho que las amas de casa lo sigan tirando al fregadero una vez que lo han usado. Lo único que consiguen es un daño ecológico o, en el mejor de los casos, acarrearle un mayor trabajo a las depuradoras. Un dinero que sale del bolsillo de todos. Sin embargo, hay unas empresas que recogen el aceite vegetal que ya se ha quemado y lo convierten en combustible. Se trata de PMA (Protección Medioambiental) y Nutrigras. Están ubicadas en Mos (O Porriño). Marta Rodríguez Alonso (40 años) es bióloga y se especializó en el medio ambiente. Lleva varios años trabajando para esas empresas. -¿En qué consiste su labor? -Trabajo en el reciclaje. Mi departamento se centra en la recogida del aceite de cocina tras utilizarlo para la fritura. -¿A quiénes se lo recogen? -Cuando entré en la empresa, ya se lo recogían a los restaurantes. No era obligatorio, pero si recomendable para todos los hosteleros. También hemos comprobado que los ciudadanos demandaban un punto limpio para deshacerse del aceite con el que cocinan. Nuestra empresa decidió contactar con los concellos para ofrecerles un depósito cercano a su casa para poder llevarlo. -¿Qué hacen con él? -Una valorización energética. Todo el que se puede aprovechar se utiliza como biodiésel. Es un proceso laborioso, debido a que son mezclas de aceite: soja, oliva... -¿A dónde lo llevan? -Lo enviamos a una refinería de Oviedo porque no existía ninguna en Galicia que pudiese tratar este residuo. Sale un camión cisterna o dos cada quince días. -¿Cómo responden los ciudadanos particulares? -Cada vez son más los que se adhieren a la campaña que iniciamos en el 2006 con la colaboración del Concello de Vigo. En las comunidades de vecinos se utiliza una zona segura de los trasteros o en el garaje para colocarles un bidón de 50 litros. Es muy seguro. Lo único que tienen que hacer es bajar el aceite en un bote y vaciarlo en él. Al llenarlo, nos avisan y se le cambia. -¿Hay muchas asociaciones? -Al principio había 35 en Coia, 9 en A Salgueira y 27 en O Calvario. Pero aumentaron mucho. La prueba es que recogimos 24,4 toneladas de aceite en este último año a asociaciones de vecinos y supermercados. Pero sin contabilizar el de los restaurantes, que es una cantidad mayor. Y se repartieron 45 bidones nuevos en comunidades. Sin contabilizar el área metropolitana.