Las diez depuradoras de la ría son deficientes

J. Fuentes / J. Santos

VIGO

Augas de Galicia ofrecerá a todos los concellos encargarse directamente de su mantenimiento

07 feb 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

La ría de Vigo tiene serios problemas de contaminación y sus depuradoras no los resuelven. La decena de plantas que hay entre Cangas y Gondomar se encargan de tratar las aguas residuales de una población superior a las 400.000 personas, pero todas, en mayor o menor medida, presentan deficiencias en su funcionamiento. De ahí que se estén realizando trabajos de mejora en varias de ellas.

El caso más grave, de lejos, es el ya conocido del Lagares. Es la mayor depuradora y atiende al 70% de la población de la ría. En este caso sus deficiencias de funcionamiento fueron constatadas al poco de inagurarse hace menos de trece años, lo que obligó a la Xunta a realizar una fuerte inversión para ampliarla. Pese a ello se constató una falta de capacidad que la dejaba casi inutilizada en momentos de lluvias intensas. Y así sigue, sin capacidad para darle un tratamiento adecuado a todo el caudal que recibe. Cada día, vierte más de 160 millones de litros con carga contaminante.

No obstante, los problemas afectan de alguna manera al resto de las depuradoras. Especialmente a la de Teis (sus averías son periódicas, así como los fallos del sistema de decantación) y a la de Cangas. Según expertos en la materia, las dificultades derivan en gran parte de problemas de mantenimiento en una instalaciones muy tecnificadas y de gran complejidad. En la Xunta se considera que muchos concellos no están capacitados o incluso que carecen de medios para hacerse cargo del mantenimiento de sus respectivas plantas depuradoras.

Por esta razón, cinco de las existentes en la ría dependen ya a efectos de su mantenimiento y gestión de Augas de Galicia. En medios próximos a esta oficina dependiente de la Xunta se asegura que son precisamente las que mejor funcionan y las que menos fallos tienen.

Cara al futuro, la Consellería de Medio Ambiente ha planteado en la Ley de Aguas actualmente en tramitación la posibilidad de que los ayuntamientos que lo deseen transfieran a la Xunta la gestión de las depuradoras. «Es la forma de que exista un mantenimiento adecuado y riguroso, y de paso se evita a los concellos una carga económica importante», explica una fuente autonómica.

Sanciones

El caso de Cangas es paradigmático de la deficiente gestión que se hace de unas instalaciones fundamentales para sanear la ría. La depuradora de este municipio vierte a la ría residuos sin tratar de forma periódica. La Xunta ya le impuso tres sanciones por este motivo (la última de 6.000 euros) y hay varias denuncias tramitadas por el Seprona.

La estación está casi al límite de su capacidad, llegando a sobrepasar el caudal máximo de entrada en varias ocasiones. La red de saneamiento carece aún en muchos tramos de separativo de pluviales. En días de lluvia, los excesos se alivian directamente al mar.

La Xunta contrató a finales del 2007 la instalación del sistema terciario a base de rayos UVA y varias mejoras en la red por un importe de 1, 1 millones de euros. En enero del 2008 quedó lista para funcionar, pero todavía hoy está inoperativa por diferencias entre la adjudicataria y el Concello. La adjudicataria, Acciona Agua, reclama al Concello un aumento del precio (unos 60.000 euros anuales) alegando que es el coste de mantenimiento de esta instalación. El Concello se niega a subir el contrato y Augas de Galicia entiende que el problema es estrictamente municipal. El caso es que el sistema de desinfección no llegó a funcionar nunca.