La falta de fondos deja a Vigo sin un laboratorio de investigación médica

VIGO CIUDAD

15 dic 2009 . Actualizado a las 11:30 h.

Falta dinero para investigación y Vigo lo sufre. La ciudad se quedará sin un laboratorio de investigación biomédica que esperaba conseguir para dar apoyo a los grupos de I+D del Complejo Hospitalario Universitario de Vigo (Chuvi) y de la Universidad de Vigo. Lo promovía el Instituto de Investigación Biomédica de Vigo, una entidad mixta participada por el Sergas y la Universidad para coordinar todas los trabajos que se hacen en este campo. Su directora, la doctora Carmen Navarro, explica ayer que el recorte de fondos en una línea de ayudas del Instituto Carlos III, el centro de investigación de la salud del Ministerio de Ciencia e Innovación, ha afectado a sus expectativas y a las de «otros centros importantes» de toda España. El laboratorio de investigación iba a instalarse en el Rebullón y estaba pensado que ocupase un espacio de 1.400 metros cuadrados. Ponerlo en marcha obliga a hacer una inversión de más de 400.000 euros. Es lo que el Instituto de Investigación Biomédica de Vigo solicitó a la línea de ayudas del ministerio para infraestructuras. Serviría para uso compartido de todos los grupos de investigación de la ciudad. «Ahora tenemos pequeños laboratorios en los servicios del hospital y en la Universidad, pero muy dispersos; la idea era tener uno de uso común», dice la doctora Navarro. Se había planeado que estuviera habilitado para hacer cultivo de tejidos, contar con un biobanco, genética molecular y estudios en animales transgénicos. Sería la primera infraestructura propia del Instituto de Investigación Biomédica de Vigo, después de que ese organismo se creara en enero de este año y cuente con una docena de grupos. Actualmente, sus miembros pueden utilizar las instalaciones de la Universidad y del Chuvi, pero como recuerda la directora del instituto, es infraestructura «muy dispersa». Ya hay personal En el Rebullón ya estaban seleccionados los espacios y, según sus promotores, los recursos humanos no habrían sido un problema porque ya hay personal de investigación en los distintos grupos. «Casi anualmente, estábamos consiguiendo algo gracias a las ayudas para infraestructura del Carlos III», como un secuenciador de anatomía patológica o un aparato de estimulación magnética, dice Navarro. Pero en la convocatoria de este año el Instituto Carlos III redujo de trece a ocho millones sus subvenciones para toda España para infraestructuras. Recientemente, las críticas arreciaron contra el Ministerio de Ciencia por el recorte en los fondos para I+D que reflejan los presupuestos del año próximo.