El museo valenciano inaugura una exposición que recoge la historia de la línea de ferrocarril en el norte luso hasta su unión física con Galicia, en 1884
08 dic 2009 . Actualizado a las 02:00 h.En todas las ciudades del eje atlántico fronterizo las miradas están puestas en el AVE. También en Tui o Valença, ciudad en la que ahora está a exposición pública el estudio informativo del trazado por el que se discurrirá la alta velocidad del futuro. Pero la localidad lusa ha decidido también echar un vistazo atrás para recordar que fue precisamente este medio de transporte y de comunicación el que soldó físicamente hace 125 años una historia común que comenzó a escribirse muchos siglos antes.
El Núcleo Museológico de Valença acaba de inaugurar una exposición que recoge la vida y la historia de su ferrocarril, desde 1875 hasta su unión internacional a Galicia. Desde entonces, otros cinco pasos elevados sobre el Miño pero ninguno como el de Pelayo Mancebo, catalogado como obra maestra de la ingeniería.
La muestra se remonta aún más atrás y, a través de imágenes, fotografías de época, utensilios, máquinas y todo tipo de objetos recoge la centenaria retrospectiva con un lema alegórico a una popular campaña publicitaria lusa: «Pare, oiga y mire». Y así arranca la historia. En 6 de agosto de 1882. El domingo que se inauguró la línea de Valença.
Inauguración
Una efeméride marcada, según las crónicas de la época, «por una enorme asistencia y la presencia de muchas personas provinientes de Tui».
Este primer viaje del tren especial llamado «explorador», duró cinco horas y cuarto. Fue el tiempo que tardó en recorrer los poco más cien kilómetros que separan Oporto de la frontera gallega. La máquina y la ilustre comitiva fue recibida a gritos de «¡Viva el Rey!», fuegos artificiales y banda de música incluida.
En esa fecha ya estaban avanzadas las obras de construcción del puente internacional, que habían comenzado a finales del año anterior y que finalmente quedaron concluidas, según los informes del propio ingeniero de Calahorra, el 10 de octubre de 1884. Su inauguración oficial, dos años después, aunque los trenes ya circulaban por el panel superior.
Apartado especial en la muestra para la obra del mayor fabricante del mundo de miniaturas de trenes. El ingeniero valenciano Armando Lobato cedió para la exposición ocho réplicas exactas de otras tantas locomotoras, vagones y carruajes realizadas a escala.
Los documentos gráficos comprenden también, actas de inauguración de los trabajos de la línea, registros de las expropiaciones datados de 1975 o crónicas de las obras. En la sala del museo se pueden descubrir curiosos objetos, casi reliquias como relojes, traviesas, luces, faroles o maquinaria.
La muestra engloba el material de una decena de coleccionistas valencianos y de los fondos tanto de la Cámara municipal como de la Fundación Museo Nacional Ferroviario. Ubicado este último en la antigua cochera de locomotoras de la estación de ferrocarril, alberga otro nutrido expolio que complementa la muestra temporal, como locomotoras de 1875, un carruaje de 1888, o un furgón de 1891.