Revolución en el Celta para burlar la amenaza de convertirse en colista

X.R. Castro

VIGO

Los vigueses buscan el primer triunfo en Balaídos al sexto intento y el rival no ha puntuado a domicilio

07 nov 2009 . Actualizado a las 18:08 h.

Ante la amenaza del farolillo rojo, revolución. Algo así debe pensar Eusebio Sacristán para planificar el once con más movimientos de fichas. Hasta cinco novedades para recibir esta tarde (18 horas) al Castellón, el perenne colista de la categoría que después de dos triunfos consecutivos en casa puede abandonar la vigésimo segunda plaza en Vigo con permiso del Celta.

Los movimientos del pucelano en función del ensayo de la mañana de ayer son además de bulto. Vasco y Joselu, del campo a la grada. Dani Abalo, del anfiteatro al verde. Catalá y Botelho pierde caché de intocables y habituales de la Copa tienen su oportunidad en Liga (Noguerol y Roberto Lago); y Arthuro -piropeado por el técnico- se convierte en el hombre del partido. Sobre sus hombros recae la responsabilidad del partido. Hugo Mallo tras cumplir la sanción completa la revolución celeste. Tan solo el trivote del Stadium Gal tendrá una segunda oportunidad.

Y tanto movimiento obedece a la necesidad de escapar del puesto maldito. Durante la semana se han sucedido los mensajes a cerca de la excelencia futbolística del equipo, del infortunio en forma de resultados, del accidente de Irún... pero la realidad no entiende de victorias morales. El Celta encadena cuatro jornadas sin ganar y vive desde hace un mes largo en zona de descenso. Por encima no ha ganado en Balaídos y al sexto intento debe ir la vencida. Máxime si tenemos en cuenta que el conjunto castellonense todavía no conoce lo que es puntuar como visitante. Eso sí, viene a su campo talismán de las últimas temporadas.

Con esta escenografía el partido ante los orelluts adquiere etiqueta de final en el mes de noviembre. Si el equipo acaba colista el crédito de Eusebio ya no sería tan ilimitado y la viabilidad del club quedaría bajo la amenaza de un descenso que suena a liquidación.

Para evitar este tenebroso panorama el Celta está obligado a combinar su mejor fútbol con la eficacia. Es el día de Arthuro. El brasileño tiene que comenzar a rendir cuentas y a devolver el trombón de confianza que Torrecilla y Eusebio le han regalado en los últimos días. Será el mascarón de proa de un equipo que asume que monopolizará el balón ante un rival que pretende hacer de la contundencia y el orden su salvoconducto para remontar el vuelo, conjuntamente con la pegada de Ulloa (tres goles por el momento). Además, Tintín Márquez le cambiado la cara al equipo y ha dado con la tecla. Rafita, que vuelve tras cumplir la sanción, será la única novedad un cuadro que ha señalado Balaídos como el campo base para la escalada. Lo mismo que el Celta.