La empresa concesionaria del estacionamiento en zona azul ha retirado las cámaras de vigilancia de la calle Venezuela, transcurrido más de medio año desde su instalación.
Los cinco aparatos no llegaron a cumplir su función. Durante el periodo de prueba se detectó que no transmitían la información a la PDA (ayudante personal digital) de los vigilantes del estacionamiento en zona azul, por lo que no servían de nada. Una vez que han sido adquiridas, la idea es utilizarlas para otros fines.
Entre las funciones previstas por las cámaras figuraba la de controlar el tiempo de aparcamiento de los vehículos en un mismo espacio para evitar que permanezcan más de dos horas, tal como está contemplado.
En la actualidad son los propios trabajadores los que se encargan de llevar a cabo esta tarea de forma un tanto rudimentaria, con libreta y bolígrafo en mano.
Tra el fracaso de esta primera experiencia, el Concello descarta de momento la instalación de cámaras no solo en Venezuela, sino también en otras calles.
También se ha descartado la colocación de cámaras y pantallas en los extremos de los viales para informar a los conductores de la existencia de plazas libres.
Los trabajadores de la empresa concesionaria desconocen si seguirán desarrollando su trabajo como hasta ahora o si en un futuro tendrán acceso a sistemas más modernos que les permita tener más agilidad.
La colocación de las cámaras de seguridad figuraba en el pliego de condiciones del estacionamiento en zona azul. Su instalación fue denunciada por el Movemento polos Dereitos Civís, que también presentó una demanda contra las situadas en el Museo de Arte Contemporáneo y en la Universidad.
Ayer el colectivo mostró su satisfacción por la retirada, aunque sea porque no funcionan. A su juicio, además de estar situadas en la calle, sus fines no iban encaminados al control del tráfico, sino que serían meramente recaudatorios. Por tanto, entiende que serían preceptivos una serie de trámites.