Sobredosis de zumo «made in» Vigo

VIGO

Este joven ilustrador publica una de sus críticas tiras en una revista internacional

02 oct 2009 . Actualizado a las 10:59 h.

La ilustración no tiene fronteras y los miembros del colectivo vigués Fuck Comics lo han vuelto a demostrar. Alberto Santos ha conseguido que una de sus historias, de apenas cuatro páginas, se colase en el segundo número de Volcomics, una revista internacional elaborada por una conocida marca californiana de ropa de skate y surf en la que se muestra el trabajo de ilustradores de todo el mundo.

Por lo visto Ash, que es como conocen muchos a Alberto en Vigo, es el único español que ha publicado en este número. Comparte espacio con figuras de la talla de Nick Trapasso, Todd Bratrud o Matt French. «Se trata de mi primera publicación a nivel internacional. Creo que será una promoción bastante importante porque es una revista que se mueve por todo el mundo», apunta Alberto. La marca coloca un ejemplar de esta revista en todas sus tiendas y además hace una edición limitada para otras locales de surf en las que se vende su ropa. «En el primer número también hicieron una exposición itinerante que recorrió medio mundo y participaron en la principal convención del mundo del cómic, la de San Diego. No sé si repetirán. A mí, por ahora no me han dicho nada», señala Ash.

Su relación con la marca Volcom no ha comenzado con esta publicación. Ya han usado uno de sus diseños para una de sus camisetas, que se vende en todo el mundo. Tras esta colaboración le pidieron una tira para la segunda edición de la revista o «art show», como la marca californiana la ha bautizado.

«La historia se la mandé hace unos meses y solo recibí un correo que confirmaba que lo habían recibido. No sabía si lo iban a publicar porque lo máximo que me dijeron era que estaba en mi línea. Cuando lo vi tal cual lo mandé y a color me sorprendí mucho», relata el dibujante vigués.

Su historia está en la parte central del tomo y llama la atención por su colorido y por sus particulares personajes. Tienen una forma que recuerda a las salchichas y por su boca salen pocas palabras aunque muchas de ellas bastante contundentes. «Una de las condiciones de la publicación era que los diálogos estuviesen en inglés. Hubo quien prefirió hacer tiras mudas pero a mí no me costó traducirlo porque mis personajes suelen tener conversaciones un tanto absurdas», reconoce el ilustrador.

Pocas veces dicen más de una frase pero de todos modos el joven ilustrador vigués ha conseguido comunicar su mensaje. «Quería hacer una crítica de la sociedad norteamericana y de su actitud hipócrita con temas como las drogas o el alcohol. A veces parece que quieren hacer como sí no estuviese ahí», explica Alberto. Para reflejar esta idea, convirtió a uno de sus personajes en un adicto al zumo de naranja que acaba con una sobredosis que le lleva hasta su propio ataúd.