El fiscal reclamó inicialmente 7.650 euros de indemnización y una multa de doce meses para el dueño de un ciber de Nigrán cuyo local fue registrado en una macrorredada a 22 empresas de la provincia que efectuó en septiembre del 2003 el equipo de delitos informáticos de la Guardia Civil. Los agentes hallaron instalado ilegalmente aplicaciones del Windows XP en once ordenadores. El acusado alegó que lo descargó de Internet con el programa e-mule para reemplazar la nueva versión Windows Millenium, que había comprado con licencia de Microsoft pero le daba fallos, pantallazos y se quedaba «colgada».
En el registro, la Guardia Civil se incautó los discos duros y descubrió versiones antiguas del Office XP supuestamente pirateadas. «Pensé que Internet era de dominio público, que podías coger los programas que quisieras, menos las películas y la música», alegó ayer el empresario. Su abogado pidió la absolución porque su cliente padeció un «error de prohibición».