Identificados marinos de la OTAN por hacer maniobras peligrosas en Samil

VIGO

Una patrullera de la Guardia Civil los interceptó por invadir con tres zódiacs a gran velocidad la zona de bañistas.

13 ago 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Una patrullera de la Guardia Civil del Mar interceptó ayer en el área de baño de Samil a tres zódiacs ocupadas por marinos de una flota de la OTAN atracada en Vigo. La Policía Local los trajo a tierra para identificarlos por hacer maniobras peligrosas en la zona balizada, en un día en que miles de personas tomaban el sol en el arenal.

A lo largo de la mañana atracó en el muelle transversal de Guixar una flota de la OTAN compuesta por un buque insignia, el Thetis, con bandera de Dinamarca, y cinco buques escolta de Estonia, Gran Bretaña, Bélgica, Noruega y Holanda. Los prácticos del puerto de Vigo confirmaron ayer que no tenían noticia de que los militares hubiesen realizado maniobras en la ría.

A primera hora de la tarde, al menos ocho militares de distintas nacionalidades y pertenecientes a la flota, entre ellos una mujer, salieron con ropa de civiles a hacer una excursión por la ría y disfrutar de un permiso en tierra. Los marinos pilotaban tres potentes lanchas neumáticas. A las cuatro, llamaron la atención de los bañistas de la playa de Samil por la alta velocidad de sus embarcaciones rumbo a la isla de Toralla, como si fuesen a las carreras.

Pero las quejas llegaron entre las cinco y las seis de la tarde, cuando las lanchas invadieron la zona acotada con boyas para disfrute de los bañistas, una barrera situada a 200 metros de la orilla. Los responsables del puesto de socorro de la Cruz Roja alertaron a las autoridades para que desalojasen a los intrusos, dado el peligro de sus maniobras para los bañistas y la flagrante vulneración de las normativa de seguridad.

Por ello, se desplazó a Samil una patrullera de la Guardia Civil, a la altura de la playa de Argazada. Un grupo de agentes rodearon con sus lanchas a los pilotos temerarios y los interceptaron. Una vez controlados los marinos, algunos de los cuales se comportaban de forma extraña, fueron conducidos hacia la orilla, a la altura del puesto de la Cruz Roja, donde los aguardaban agentes de la Policía Local. Estos obligaron a desembarcar a los militares, que iban en bañador. Los ocupantes fueron identificados y, según los testigos, hubo algún momento de tensión con los patrulleros locales.

Expectación

El desembarco causó gran expectación entre decenas de bañistas, que vieron cómo los extranjeros en bañador eran fichados por los agentes locales a pie de playa. Algunos marineros aparentaban estar de mal humor por la intromisión en su día de recreo, por lo que tuvieron que ser llamados al orden. Las zódiacs quedaron varadas en la orilla durante la retención.