Cinco noches a la semana solamente una profesional se hace cargo de las áreas de intermedios y básicos.
22 jul 2009 . Actualizado a las 10:37 h.El jueves habrá movilización en el hospital Xeral. Sus enfermeras, al igual que las del resto de España, salen a la calle en solidaridad con la que atendió al fallecido niño Rayan. Cualquiera podría ser ella. Solo hace falta asomarse al servicio de neonatología de Vigo para descubrirlo. Cinco días por semana una sola profesional se encarga del sector intermedio y la zona de básicos, con una capacidad para veintisiete cunas. No rozan el peligro, como los llantos que llegan de la UCI pediátrica, pero tampoco lo han dejado atrás. Solo los martes y los jueves el turno de ocho horas que comienza a las 22.00 cuenta con una responsable en la zona de básicos, los pequeños que están cercanos a recibir el alta médica.
Las cifras de personal se alejan mucho de las recomendadas, según denuncian desde el Sindicato de Enfermería, SATSE. «En la UCI debería haber una enfermera cada dos niños por cada turno y en la tarde y la noche hay dos para los ocho», recuerdan los responsables de la agrupación. La situación empeora el dirigirse a las incubadoras con menor riesgo. Una sola profesional se encarga en su turno de las 13 incubadoras, cuando la recomendación es de una por cada cinco bebés. En el de básicos, el número asciende a 14. «En el hospital reconocen el problema pero de momento no vemos soluciones. Menos mal que las bajas se cubren todas, pero ni así se puede trabajar», recuerdan desde el sindicato. Reconocen que cuando se producen saturaciones en el servicio se echa mano de las contrataciones, pero denuncian que no se tiene en cuenta la especialización.
Las listas de sustitución de personal que tenga experiencia se agota. Bajas de larga duración y otras secciones del hospital se llevan las manos acostumbradas a medir todo en miligramos. Las que tienen más años a su cargo en esta unidad son requeridas para la UCI, en la actualidad al cien por cien de ocupación.
Saturación
La situación no es nueva, según los sindicatos el problema de neonatología del Xeral ya fue explicado a la nueva gerencia. «La solución llegará con el nuevo hospital, pero no podemos esperar tanto. El problema no necesita soluciones dentro de varios años, si no ahora», aseguran desde Satse. Las cifras respaldan su teoría. El aumento de casos de prematuros escala puestos en los últimos años. A ellos se suman todos los pequeños nacidos por cesárea, otra práctica que se ha multiplicado. A estos bebés el servicio les procura los primeros controles del funcionamiento del organismo, temperatura y analíticas. Además, se le prestan los cuidados y la alimentación mientras la madre se recupera de la intervención.
La suma no se queda ahí. Complicaciones en los partos que se atienden en clínicas privadas y son derivados al Xeral o el aumento de embarazos múltiples por la popularización de las fecundaciones in vitro provocan que el hospital de referencia del sur de la provincia eche humo. El retraso en la edad para afrontar un embarazo tampoco ayuda. Cuando una primeriza tiene más de 36 años se considera que es una situación de riesgo, donde las posibilidades de que el niño necesite los cuidados de neonatología se multiplican. Y todo, sin contar el boom de natalidad actual. Un etcétera eterno de situaciones a cargo de unos ángeles de la guarda que son de carne y hueso.