Aquellas sí que eran fuerzas vivas

VIGO

Más de cincuenta entidades y organismos importantes de la ciudad se unieron en junio de 1927 para defender los intereses locales ante la Administración del Estado

03 jun 2009 . Actualizado a las 11:43 h.

Más de cincuenta entidades y organismos representativos de «todas las manifestaciones vitales de Vigo» se reunieron el 2 de junio de 1927, en la sede de la Cámara de Comercio, con el objetivo de constituir un comité de defensa de los intereses locales. La reunión estuvo presidida por Tomás Mirambell y el teniente de alcalde Domínguez Luna.

El motivo de tal despliegue viguista fue resumido por Mirambell: «La vida moderna y el desarrollo intensivo de la ciudad son de tal naturaleza y magnitud que solo pueden ser resueltas por una acción enérgica y eficaz de todas las fuerzas vivas de la ciudad». Enumeró como obras prioritarias la modernización del puerto; la necesidad de que Vigo fuese el punto de llegada de una línea trasatlántica que iba a enlazar Nueva York con Europa; la creación de un instituto de segunda educación y la elevación de grados de la Escuela de Comercio e Industrial; y la conexión ferroviaria y por carrera con la capital de España.

Además de trazar las líneas organizativas del futuro comité, en aquella reunión surgió el debate sobre si el nuevo organismo ciudadano invadiría las competencias municipales. El tema fue enarbolado por el representante local de la Unión Patriótica, único partido reconocido legalmente durante la Dictadura de Primo de Rivera.

Valentín Paz Andrade, representante de La Marítima, asociación que englobaba a todos los armadores de Bouzas, propuso que la asamblea se opusiera a la pretensión de los hulleros asturianos de que toda la flota pesquera española consumiese obligatoriamente carbón nacional.

Aún antes de constituirse la comisión, la primera gestión que realizó la federación de asociaciones fue contactar con Leopoldo Arnaud, que en su día presidió la Cámara de Comercio de España en Nueva York y a la sazón residía en Vigo. Este nombre conocía las gestiones realizadas del proyecto de enlace trasatlántico entre Estados Unidos y Europa, y se comprometió a apoyar la candidatura viguesa.

Unión de Entidades

La reunión constitutiva del comité se produjo el 7 de junio. Desde ese día, el comité pasó a llamarse oficialmente Unión de Entidades Viguesas. Se crearon diferentes secciones de trabajo, que trabajarían centradas en asuntos específicos. Una vez al mes, la asamblea general se reuniría para valorar los pasos avanzados en cada uno de los objetivos propuestos. Ferrocarriles; puerto y depósito franco; asuntos culturales y artísticos; asuntos pesqueros e industriales; sanidad y urbanismo; comunicaciones; y turismo y propaganda fueron los ámbitos de creados.

¿Quién es más viguista?

Pero la Unión de Entidades Viguesas no era el primer grupo de presión ante los poderes gubernamentales, que tradicionalmente no habían respondido a las demandas de la burguesía local. En 1922 se había creado la Liga de Defensores de Vigo, cuyo máximo representante fue Adolfo Gregorio Espino.

Esta asociación no se sumó a la Unión de Entidades Viguesas porque entendió que no había cambiado nada desde su formación que motivase la creación de un nuevo organismo. Detrás de esta disensión de pareceres se ocultaban postulados ideológicos, ya que la Liga tenía un carácter menos conservador que la Unión. Sin embargo, en ninguno de los dos bloques de superhéroes vigueses se alineaban las organizaciones obreras de la ciudad.