Provigo se politiza y hace crac

VIGO

Veintidós de los ochenta miembros de la Fundación se dan de baja, mientras PP y PSOE arrastran en su pugna al patronato

24 may 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

La Fundación Provigo está herida: 1) Uno de sus más significativos integrantes y miembro histórico del patronato se hizo oír en la última reunión de la institución celebrada esta semana amenazando con plantear a la empresa que lidera desde hace muchos años el abandonar para siempre el foro de promoción de la ciudad. 2) Veintidós de los ochenta integrantes de Provigo, la mayoría empresas, han abandonado ya la Fundación y otras han advertido que piensan hacerlo, aprovechando la excusa de la crisis y la escasez de fondos para aportar a la causa. 3) El nuevo panorama político gallego ha propiciado que el patronato haya reflejado en su primera reunión desde las elecciones autonómicas la pugna partidaria que PSOE y PP mantienen en Vigo a cara de perro pensando en las municipales. Y 4) La fundación tiene en su caja 163.000 euros menos de lo que se pensaba -la mitad de su presupuesto- al haber costeado la entidad la indemnización de su anterior director-gerente, Rubén López, a cuya etapa al frente de Provigo puso fin Abel Caballero.

Precisamente el finiquito de López hizo que se abriera la caja de los truenos en la fundación, haciendo que los empresarios que la constituyen hayan manifestado entre ellos su disconformidad con formar parte de un escenario politizado y enrarecido por la imposible existencia de una relación normalizada entre socialistas y populares. El número dos del PP vigués, José Manuel Figueroa, en su papel de representante de la Diputación, exigió en la citada reunión al alcalde que explicase el por qué del cese de López y la consiguiente indemnización, reflejada en los presupuestos de la entidad para el presente ejercicio. No consiguió su propósito, como tampoco Caballero logró que los patronos aceptasen cubrir con una derrama sorpresiva e impuesta el pago de dicha indemnización del anterior director-gerente. Los miembros del patronato hicieron ver al regidor vigués que si él había decidido cesar a López, era él -pero con el dinero de todos los ciudadanos, claro está- quien debía cargar con el coste de la decisión.

Con su planteamiento, el empresariado quiso dejar claro que no está dispuesto a dejarse enredar políticamente y que el nuevo escenario de la Fundación Provigo no es lo más constructivo para promocionar a la ciudad. Y es que en la mesa de la institución que preside el alcalde se sientan enfrente ideológicamente la Diputación, pero a partir de ahora también Corina Porro, en su calidad de presidenta del puerto, con lo que la pinza a Caballero y la búsqueda de alianzas lleva camino de atenazar a un organismo que desde su nacimiento en 1993 ha tenido tantos altibajos que la mayoría de sus objetivos se han quedado en nada, como sus planes estratégicos para Vigo. El aeropuerto de Peinador, uno de sus principales objetos de promoción, lleva meses en la cola de la red gallega de terminales aéreas por primera vez en su historia, perdiendo rutas y con una notable incapacidad para lograr otras nuevas. Sus observatorio de medio ambiente y empleo son ya historia. Y ahora el empresariado empieza a recelar de la institución, justo cuando a la ciudad más falta le hace tener firmes sus anclajes frente a la crisis, los vaivenes de la automoción, la caída de la construcción y una creciente falta de referentes.