El Celta multa a Rubén, Notario y Ghilas por salir de noche sin permiso

La Voz

VIGO

Ayer no se entrenaron con el grupo, pero hoy se reincorporan porque el club quiere mantener el vestuario unido

20 may 2009 . Actualizado a las 20:08 h.

El Celta ha decidido imponer una multa económica a los futbolistas Rubén González, Kamel Ghilas y Antonio Notario por un acto de indisciplina grave atendiendo a lo que recoge el reglamento de régimen interno del club vigués. La cantidad no ha trascendido, pero según ha podido saber La Voz es ejemplar.

Los hechos que han llevado tomar a esta decisión ocurrieron en la noche del pasado sábado en Madrid, donde la expedición celeste pasó la noche después de haber perdido en Zaragoza por tres goles a cero en un encuentro en que la imagen del equipo fue muy mala.

Pasada la una de la madrugada la plantilla llegó al hotel del concentración cerca del aeropuerto de Barajas, y los tres futbolistas mencionados lo abandonaron más tarde sin permiso del entrenador. Según las versiones consultadas, fueron vistos e increpados por aficionados celestes. La noticia llegó al Consejo de Administración y al cuerpo técnico, con el consiguiente malestar.

Ghilas, Rubén y Notario fueron llamados ayer por la mañana al club mientras sus compañeros se entrenaban en las instalaciones de A Madroa, y esta ausencia levantó la libre de lo que había ocurrido. Los jugadores le dieron su versión al director general, Antonio Chaves, y por la tarde se conoció la sanción económica que se les imponía.

Acudieron a entrenarse en solitario en A Madroa a las cinco de la tarde, pero hoy se reintegrarán al trabajo con todo el grupo, ya que el club considera que en la delicada situación deportiva que vive el equipo lo ideal es mantener el vestuario unido y que todos los jugadores son necesarios.

Sin embargo es muy probable que alguno de ellos o todos no sean convocados para el partido ante el Murcia, ya que Eusebio se mostró muy enfadado por lo ocurrido. Podría ser contraproducente también que jugasen en un encuentro que todo el mundo ha calificado como una final por la permanencia, con el riesgo de que la afición volviese sus iras hacia ellos.

Todo esto sucede precisamente la semana en que todos los estamentos del club se han movilizado para hacer un llamamiento al celtismo para que acuda en masa a Balaídos este sábado.

El plantel firmó el reglamento

El reglamento de régimen interno que rige actualmente en el Celta fue aprobado el pasado mes de octubre después de haberlo consensuado por los responsables del club con los capitanes de la plantilla, entre los que se encuentra Rubén González. Una vez que estuvo elaborado todos los componentes del primer equipo lo firmaron con su compromiso de acatarlo o, en caso contrario, correr los correspondientes castigos.

El principal motivo para su elaboración fue tratar de evitar los excesos nocturnos que se había repetido con regularidad en las anteriores temporadas. Entre los puntos del reglamento destacan que los jugadores tenían que recogerse en sus domicilios antes de las doce de la noche de cualquier día que tuviesen entrenamiento al día siguiente, o bien una hora y media más tarde en los días previos a que tuviesen día libra.

En este caso ha sido más grave porque los hechos se produjeron en el propio hotel de concentración, sin que hubiesen recibido permiso, y después de una derrota que dejaba al equipo en una situación muy comprometida.

La falta de compromiso

Carlos Mouriño pone un circo y le crecen los enanos. Esta temporada la directiva céltica presumía de que había logrado formar un vestuario con una plantilla muy unida, pero las cosas no van como esperaban. Primero fue Pepe Murcia el que cuando se despidió dejó caer que la plantilla no había mostrado el suficiente compromiso y la semana pasada Eusebio dijo que a partir de ahora iba a contar con los más implicados.