Fue la frase con la que Corina Porro rompió el hielo durante su encuentro con Mario, el capitán del MSC Orchestra, uno de los tres trasatlánticos que ayer atracaron en Vigo. «El primero de los muchos que vendrán», apostillo la presidenta de la Autoridad Portuaria. Se refería a los que la esperan en su recién estrenado cargo, pero también se refería a la apuesta de la firma italiana de cruceros de incluir al puerto vigués en su programa de escalas.
Dicha apuesta incluye la elección de la ciudad como punto de partida de su buque insignia, el MSC Splendida, que estrenarán el 6 de julio con un viaje preinaugural entre Vigo y Barcelona. Una madrina de excepción, Sofía Loren, le estará esperando en la Ciudad Condal.
Antes de realizar el habitual intercambio de regalos institucionales, Corina Porro agradeció a la empresa la confianza mostrada y prometió esforzarse en su nuevo puesto para que el citado 6 de julio termine por convertirse en «el primer día de otras muchas escalas». También le recordó al capitán que no hacía falta llegar a puerto a las ocho de la mañana para poder comer percebes (o nécoras, o centollas...), que hay muy buenos restaurantes en la ciudad donde los sirven excelentes.
La apostilla de la presidenta venía a cuento del irónico comentario inicial del dicharachero capitán, que en su perfecto italiano vino a decir que si no habían catado los percebes era porque a la hora que atracaron ya había rematado la subasta en la lonja.
Después de los discursos, llegó el momento de recorrer el buque, con parada especial en el comedor. Además de los periodistas, tuvieron oportunidad de subir a bordo un nutrido grupo de vigueses, que también cataron las sugerencias del chef. Estaban, entre otros, Juan Cividanes, Rafael Llano, Carlos Mantilla, Juan Carlos Álvarez...
Laura, nuestra guía italo-venezolana, mientras nos iba mostrando salones, comedores, biblioteca, casino, camarotes... nos iba poniendo al corriente de las características del crucero. Inaugurado en 2007, cuenta con capacidad para 3.013 pasajeros y 1.022 tripulantes. Entre los primeros primaban ayer los de nacionalidad alemana, mientras que entre los segundos los hay de 50 nacionalidades.
Una cosa sí eché de menos en lo que denominan programa del día, un folleto que los pasajeros tienen a su disposición en la recepción del barco: No se incluye ni un sólo dato sobre la ciudad. El nombre de Vigo sólo se cita para indicar la hora de llegada y las de salida de las excursiones a Baiona o a la frontera portuguesa. Tal vez si los cruceristas recibieran alguna información sobre la ciudad, los pocos que renuncian a las excursiones y se no terminarían perdidos por Sanjurjo Badía. No sé si los deberes tendría que hacerlos Corina Porro o Santiago Domínguez. O ambos. Pero que quien corresponda se ponga a ello.
El MCS Orchestra llegó a Vigo procedente de Miami, tras realizar escalas en Nueva York, Azores y Lisboa. Por la tarde continuó viaje hacia el norte de Europa donde, en los próximos meses realizará cruceros por la capitales bálticas y los fiordos noruegos.
Y de especialistas en ciencias policiales. Un total de 42 alumnos recibieron ayer su banda de graduación en un acto que contó con la presencia de Marta García, madrina de las promociones, y de Javier de Vicente, director de los estudios. En nombre de los alumnos tomaron la palabra Ana Eva Peña (detective) y José Bouza (ciencias policiales). Los flamantes diplomas ya les acreditan para emular a Pepe Carvalho o a Grissom. Cuidado ahí fuera, que diría Furillo.