Milenaria, para más señas. El creciente interés de Occidente por China y Japón se traduce en algo más que meras y crecientes (en realidad, galopantes) relaciones comerciales. Un ejemplo a escala local es el lleno total en las clases de chino y japonés que imparte la Escuela Oficial de Idiomas. Si más plazas tuviera el centro más alumnos habría, afirma Cristina González, la directora. Ha sido precisamente esa creciente demanda de información lo que ha impulsado a la Escuela a organizar Oriente Exprés. Se trata de un programa abierto, en el que se hace un recorrido por aspectos tan variados como la historia, las lenguas, las costumbres, las manifestaciones artísticas... Arrancó ayer, entre otras cosas, con una demostración de caligrafía japonesa a cargo de Michiko Hamasaki. Licenciado en Humanidades, llegó ayer a Vigo procedente de Tokio. Se trata de un reputado especialista cuya visita ha sido posible gracias a la amistad que le une con Sayuri Nishimura, jefa del departamento de japonés en la Escuela viguesa, con la que compartió estudios. Antes de la demostración práctica, en la que se utilizaron 50 metros cuadrados de papel de arroz, amén de tintas especiales, Hamasaki impartió teoría. Contada, eso sí, porque el mundo de la caligrafía japonesa no puede asimilarse en una clase de media hora. El principal atractivo de la cita prevista para esta tarde (19.45 horas) serán sendas demostraciones sobre el arte de vestir quimono (que con lo frágiles que parecen las japonesas no sé cómo son capaces de aguantar con tanta naturalidad los 15 y hasta 20 kilos que pueden llegar a pesar), y sobre otro arte no menos concienzudo, la ceremonia del té. De ponernos al corriente de ambas cuestiones se encargará Eiko Kishi, profesora de la ?Escuela Kisho-ryu de Ikebana. Por supuesto, no faltará un recorrido por la historia del manga con exposición de originales incluidas. Colaborarán en este último apartado Norma Cómics, Mazinger Vigo y Esbozos, amén de la Asociación Ippon. Pues konnichiwa o, lo que es lo mismo, bienvenidos. Centenares de personas se sumaron a la tradicional cita anual del colectivo, que en esta ocasión se celebró en la sala de exposiciones de Zona Franca. Los asistentes no sólo alabaron el marco, sino que algunos preguntaban en voz alta por qué no se habría elegido también para la fiesta de los Vigueses Distinguidos en lugar de la menos apropiada Estación Marítima. «Porque el alcalde está enrabietado con Teresa Pisano», contestó enseguida uno que estaba al quite. Pero a lo que iba, el sarao sirvió para que los ingenieros técnicos industriales se vieran las caras, amén de para entregar una serie de distinciones, en función de los años de ejercicio de los protagonistas. Una docena con los profesionales en ejercicio con 25 años de trabajo a sus espaldas y cuatro a los que superan el medio siglo como colegiados. También hubo sendos diplomas de colegiados de honor para Ricardo Ladero, concejal en tiempos de Portanet, que no pudo acudir por motivos de salud, y a José Escobar Fraguas, que ha dedicado casi toda su vida a la Formación Profesional. Él tuvo el gesto más emotivo de la noche llegada la hora de los agradecimientos, ya que se lo ofreció como «bien ganancial» a Tita Veiga, su mujer, a la que conoció en el colegio. La insignia de oro del Consello Galego de Colexios fue en esta ocasión para dos personajes que han pasado por la profesión pero también por la política, José Luis Carballo, entre otras cosas director general del desaparecido PPO e Isidoro Gracia, diputado por el PSOE durante cuatro legislaturas. La organización, en la que intervino como presentador Pablo Carballo, colega de Radio Voz, mereció muchas felicitaciones para José Pose, el decano del Colegio, el primero de nivel universitario que se estudió en Vigo, nada menos que desde 1901, en la Escuela de Artes e Industrias. Aquel centro tenía como sede uno de los inmuebles de la hoy discutida Escuela de Artes y Oficios, que Abel Caballero quiere llevar no se sabe dónde, tal vez al limbo como reclamen los herederos de García Barbón. Ya saben, ese lugar que dejó de existir oficialmente hoy hace dos años. Pues eso. La estrella (una de ellas) de Larpeiros será el encargado de impartirlo. Lo organiza el Club Náutico y se celebrará los días 5, 7, 12 y 14 de mayo próximos. Aunque todavía quedan plazas libres, mejor no despistarse, ya que la fama de Benigno asegura un lleno total. Tendrá un coste de 59 euros para socios y 65 para el resto.