Diez protagonistas de retratos de autor

VIGO

Vecinos tudenses adoptan en sus casas a realizadores con los conviven esta semana para filmar la película documental que se estrenará el domingo en el Play-Doc

17 mar 2009 . Actualizado a las 11:33 h.

«La gente de Tui forma parte de este festival porque lo construyen», explicaban ayer los directores de Play Doc, Sara García y Ángel Sánchez. Pero, a 24 horas de que se levante el telón de la quinta edición ya hay personas laborando y no solo los miembros de la asociación cultural promotora, Enfoques, sino los protagonistas del taller «El retrato filmado».

Para ellos la marcha atrás también ha comenzado. Su documental ya está anunciado en el cartel del festival para el domingo por la tarde así que se enfrentan a un reto por partida doble. Un estreno absoluto, por la originalidad de la iniciativa, exclusiva de Play Doc; el debut de los protagonistas (especialmente la de los cinematografiados) y el desafío de los realizadores que se bautizan en esta experiencia. Entre todos y con el apoyo de los coordinadores, Marta Andreu, productora y coordinadora del Máster de Creación Documental de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona y el multipremiado director lituano Audrius Stonys afrontan el envite.

La iniciativa tuvo una gran acogida desde que se gestó. De hecho, la organización del festival tuvo que incrementar el cupo porque se presentaron casi una veintena de vecinos candidatos a «adoptar un cineasta» y se postularon otros tantos realizadores. La selección se centró enr conseguir un abanico diversificado de perfiles.

Ni protagonistas ni realizadores (llegados de Cuba, Perú, Barcelona, Madrid, Portugal y Galicia) se conocían antes del sábado. Desde entonces viven juntos en y este proyecto.

Rodrigo y Pilar Monsell forman un original tándem. Él tiene tres años y ella, que estudió Cine Documental en Barcelona, 23. Marta Andreu fue la que le habló del taller en la ciudad condal. «Conocía el festival y me pareció sobre todo muy experimental por la convivencia,me parece una propuesta muy arriesgada y por eso me animé; creo que es importante no tener un método, hay que inventarlo en función de la realidad que te vas encontrando», comentaba. Su compañero, más parco en palabras pero no menos elocuente se mostraba encantado. Su madre, Monse Comesaña, explicaba que se animaron a participar porque «es muy interesante tener un artista en casa y además creando lo que será un bonito recuerdo». La selección de parejas fue «intuitiva». Parece que ese sexto sentido no ha fallado porque tras 48 horas de convivencia, las dos partes coinciden. «Me siento muy a gusto con toda la familia, hay gran afinidad y eso facilita el trabajo, creo que puede salir algo muy interesante», avanzaba la realizadora.