Admitida una denuncia por cambiar la piedra de una calle por hormigón

VIGO

La obra es parte del conjunto que forman la nueva sede del Colegio de Arquitectos y la urbanización del entorno

25 feb 2009 . Actualizado a las 18:59 h.

Un juzgado de Vigo ha admitido a trámite la denuncia interpuesta por la Asociación de Comerciantes Centro-Príncipe contra la actuación que lleva a cabo el Colegio de Arquitectos de Galicia en Vigo, situado en la antigua parcela de El Pueblo Gallego. El proyecto de humanización de esta zona, que forma un conjunto con el edificio de la futura sede de los arquitectos, sustituyó por hormigón la piedra existente en un tramo de vial, en el que se sitúa la popular taberna de Eligio.

La asociación de comerciantes mostró su rechazo al proyecto de Irisarri-Piñera desde el principio. Tras varios meses intentando llegar a un acuerdo con el Concello y la Gerencia de Urbanismo y en vista de que no recibía respuesta, finalmente decidió interponer la denuncia judicial. En el documento exige que se reponga la calle a su estado original y se vuelva a sustituir el hormigón por la piedra.

Tanto el presidente de la entidad, Cándido Rial, como el gerente, Enrique Núñez, no entienden cómo se ha podido eliminar una piedra de hace 120 años, como la existente en Santiago de Compostela y de la que apenas quedan muestras en la ciudad.

Explicación del colegio

El presidente del Colegio de Arquitectos de Galicia en Vigo, Salvador Fraga, explica que la actuación puede resultar chocante mientras se construye, pero cree que al final, una vez concluida, se entenderá y no habrá problema. A su juicio, este tipo de reacciones suelen producirse con la arquitectura y, en general, con temas de arte y diseño, cuando se sale de las soluciones convencionales, lo que en principio provoca recelos que se disipan una vez que se entiende tras su explicación. Este es el proceso que se sigue en la actualidad.

Tanto el edificio como el espacio público tienen una misma idea arquitectónica y las soluciones en ambos casos son innovadoras, destaca Fraga.

No es la primera vez que un proyecto arquitectónico despierta reticencias en la ciudad. Otros que han seguido el mismo camino son la urbanización del litoral, el edificio de la Xunta o el de A Laxe.