¡En guardia! Renacen los espadachines

B.?R.?Sotelino

VIGO

El Club de Esgrima de Vigo El Olivo recupera la Verdadera Destreza, antiguo método de lucha española con espada

08 feb 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

¡Pardiez, qué sorpresa! Resulta que cada viernes por la noche, en el pabellón de deportes de Coia, se dan cita un grupo de adictos al arte de la lucha para aprender una ancestral disciplina que se perdió en la noche de los tiempos con la llegada de las armas de fuego: la esgrima antigua.

Uno de los principales culpables de este renacer se llama Luis Miguel Díaz, maestro en la espada que pese a vestir a la última, con su porte y rostro afilado con bigote y perilla, bien podría ser imaginado departiendo en alguna posada con el capitán Alatriste sobre sus últimas escaramuzas.

La Verdadera Destreza, dicho así, con mayúsculas, no tiene nada que ver con ser un manitas del bricolaje aunque puedas presumir de montar un mueble de Ikea sin que te sobre ninguna pieza. Explica Díaz que la Verdadera Destreza es el nombre oficial del método de lucha de la esgrima española que se enseñaba a los nobles, mientras que la destreza común o vulgar era, como su nombre indica, la que aprendía el vulgo en la escuela de la calle. En general, se conoce la esgrima deportiva, única disciplina olímpica de origen español, pero con importantes diferencias con la esgrima antigua, ya que por ejemplo, no hay pulsadores electrónicos que se «chiven» del tocado al adversario, por lo que hay cuestiones, como la honradez, que son vitales para una práctica libre de trampas.

Para definirla, Díaz explica que «es como un arte marcial oriental, pero poco a poco nos hemos ido olvidando de lo que teníamos aquí. Es un arte en el que además de ejercitarse en lo físico, también requiere buenas dosis de interpretación psicológica».

Un cursillo

Iniciarse en esta modalidad implica hacer un pequeño cursillo de iniciación a maestro armero. A saber, hay varios tipos de espadas: la ropera (estilo Alatriste), que se usaba en el Siglo de Oro; y las medievales de una mano (con broquel) y mano y media, «que eran las que usaban los mercenarios y gentes de mal vivir», aclara el experto.

En Francia e Italia fue donde empezó a resurgir el interés por recuperar este tipo de lucha y suele ser en este último país donde se celebran torneos internacionales no oficiales. «El último lo ganó un español», comenta, pero el problema es que hay muy pocos monitores, poca gente que sepa y que estudie, porque los manuales están en castellano antiguo». La escuela española de esgrima se basa en las reglas teóricas, tácticas y técnicas establecidas por el capitán Jerónimo Sánchez de Carranza, y sus principios fueron recogidos y perfeccionados por el sargento Luis Pacheco de Narváez, maestro de armas de Felipe IV.