Las obras de arte permanecen apiladas en cajas de cartón, lo que impide a los vigueses disfrutar de ellas
14 ene 2009 . Actualizado a las 11:27 h.Cuatro años y medio después de ser donadas por los trabajadores a la ciudad de Vigo, decenas de piezas artísticas del Grupo de Empresas Álvarez permanecen apiladas en un almacén del Concello vigués próximo a Balaídos.
La colección, que supera las 250 piezas, se encuentra sin catalogar y fue creada por el taller artístico de la empresa a partir de finales de los años cuarenta. Se trata de recreaciones de las grandes factorías europeas de porcelana del siglo XVIII, tales como Limoges o Sevres. Pese a que la idea era producirlas posteriormente en la factoría para su venta, este hecho no llegó a producirse, lo que las convierte en verdaderas obras de arte y, además, únicas.
Las diferencias surgidas entre los trabajadores a raíz del conflicto que llevaría a la desaparición de la empresa quedaron al margen a la hora de decidir que la colección pasara a manos del pueblo de Vigo. La decisión fue adoptada por unanimidad de la plantilla en junio del 2003.
Desde entonces ha permanecido en el olvido, apilada en cajas de cartón sin la protección adecuada y sin que nadie se haya preocupado de su catalogación, con un escueto listado como única referencia de lo que allí descansa.
La exposición al público de las piezas podría convertirse en un referente para la ciudad, no solo desde el punto de vista artístico e industrial, sino también histórico, teniendo en cuenta lo que la fábrica de Álvarez supuso durante muchos años en Vigo.
Importancia
El grupo vigués fue durante décadas una de las mayores empresas de España en lo que se refiere a fabricación de loza y porcelana, de ahí la necesidad de conservar la memoria histórica de todo lo relativo a la fábrica y a sus trabajadores.
El caso de Álvarez no es el único ejemplo de dejadez que se registra en la ciudad en asuntos que tienen que ver con la historia de Vigo. La antigua Panificadora ha salido a relucir en los últimos meses como consecuencia de la intención del Concello de derribar el edificio y de mantener en pie solo los silos, tal como contempla el nuevo Plan General de Urbanismo.
El colectivo Outro Vigo é Posible constituyó una plataforma ciudadana para salvar el edificio de las palas. Una de las últimas actividades en favor del inmueble de la Panificadora fue la celebración de un concierto en una sala de Vigo en el que participaron, entre otros, el dúo vigués Cómplices y el gaiteiro Budiño.
La intención de la asociación es continuar con su campaña para concienciar a la ciudadanía sobre la necesidad de conservar todo aquello que sirva para mantener la memoria de la ciudad. En este sentido, el patrimonio industrial es considerado pieza clave, máxime en una localidad como Vigo.