La ordenanza del botellón prohíbe beber agua si altera la convivencia

VIGO

30 dic 2008 . Actualizado a las 11:29 h.

La ordenanza reguladora de la convivencia ciudadana y de ocio recibió ayer el visto bueno inicial de la corporación con los votos de los grupos del equipo de gobierno PSOE y BNG y la abstención del PP. A partir de ahora se abrirá el plazo de alegaciones antes de su aprobación definitiva, calculda para finales de febrero.

La nueva normativa prohíbe consumir bebidas, incluida agua, siempre que perturbe la paz. «Imos prohibir a permanencia de persoas en espazos abertos consumindo bebidas de calquer tipo, porque bebendo auga o tomando drogas pódese alterar a convivencia pacífica», explicó el concejal de Seguridad, Xulio Calviño.

La ordenanza presenta una serie de imprecisiones como el hecho de contemplar la creación de zonas protegidas para aquellas en las que la alteración sea evidente, aunque no las delimita. Tampoco establece un tope a partir del cual se considera alterada la vida cotidiana de los ciudadanos.

La declaración de zonas protegidas correrá a cargo de la junta local de gobierno, que las irá aprobando de forma progresiva en función de la situación de cada espacio público.

El hecho de no establecerlas de antemano, como se hizo en su día con las calles saturadas de ruido, podría dar lugar a una reacción en cadena de botellones, lo que llevaría a los jóvenes a trasladarse de unas calles a otras, según se vayan declarando protegidas.

En principio, las primeras que recibirán la denominación serán Joaquín Loriga, Teófilo Llorente y el entorno de O Berbés.

Objetivo

La intención de la normativa es atajar las actitudes que provocan actos de vandalismo y evitar los comportamientos incívicos, según el responsable de Seguridad en el Concello, quien advirtió que no se trata de eliminar la movida nocturna, sino de cambiar la percepción ciudadana sobre los riesgos que entraña el alcohol. El optimismo de Xulio Calviño no encontró seguidores en las filas del PP. Por el contrario, Jorge Conde calificó la ordenanza de «brindis al sol», ya que a su juicio en la actualidad existe normativa suficiente y lo único que se está haciendo con esta aprobación es duplicarla.

El problema para la oposición es que las normas no se cumplen y como ejemplo citó una serie de ordenanzas como la de medio ambiente, que controla la contaminación acústica o las zonas saturadas de ruido. Sobre la protección del derecho a la salud, aludida por Calviño, el concejal del PP advirtió que en la calle también se fuma y se comen hamburguesas.

Para Iolanda Veloso, del BNG, la nueva ordenanza del botellón debe ir acompañada de otras medidas desde el punto de vista educativo, sanitario y de ocio. En este sentido, informó que se está preparando un proceso participativo para reflexionar a través de la organización de jornadas. El programa estará destinados a las asociaciones juveniles de la ciudad.