La reina del mar se despide de Galicia

VIGO

El «Queen Elizabeth 2» zarpó de Vigo con turistas norteamericanos que pagaron casi 7.000 euros por pasaje por disfrutar del último crucero del buque más lujoso

10 nov 2008 . Actualizado a las 19:39 h.

«Hemos pagado casi 7.000 euros por 15 noches a bordo. Es la última travesía del barco y queríamos disfrutarlo» cuentan entusiasmadas las hermanas gemelas Jeanne y Judith Johnnae. El marido de Jeanne, Richard, se deshace en elogios: «el barco es un hotel de lujo al estilo inglés clásico». «La comida es excelente», apostilla su esposa. No hace falta que lo juren, la excelente restauración se nota en el rico aroma a roastbeef que inunda el muelle mientras los pasajeros terminan sus platos a bordo..

Cuando se les pregunta de dónde son señalan sus zapatillas con las que recorren la ciudad. «Somos de Portland, Oregón, el lugar donde se fabrican las Nike», responden los pasajeros norteamericanos. De Vigo les llama la atención el hecho de que «está todo muy limpio y acogedor» aseguran, mientras se disponen a enfilar el centro comercial donde sus compañeros de pasaje buscan con avidez los spirits de una enoteca y las delicatesen en chocolate de una tienda especializada.

Los centenares de pasajeros que desembarcaron ayer en el muelle de A Laxe han disfrutado de un recuerdo de 16 días y 15 noches por el Atlántico y el Mediterráneo y hoy llegarán a Southampton, en el Reino Unido, antes de que el barco emprenda su definitiva singladura hacia Dubai para convertirse en un lujoso hotel flotando varado en la isla de la Palmera.

La entrada del barco en la ría por última vez sembró la expectación. Las medidas de seguridad se extremaron. En el muelle de trasatlánticos unas 300 personas aguardaban la llegada del buque, de 294 metros de eslora y líneas clásicas construido en 1969, remodelado 30 años después y que se retirará al sol de los Emiratos Árabes al cumplir 40 años.

Manuel Álvarez González, jubilado de Citroën, fue uno de los numerosos curiosos que se acercó para ver de cerca la impresionante chimenea en rojo y negro del barco de la mítica naviera Cunard. «Me parece que el barco esta un poco caduco. Pero, aunque sea un poco antiguo me gustar verlo». Álvarez disfruta viendo entrar los trasatlánticos desde su casa en A Guía. Cuando puede se acerca al muelle.

Otro de los que se aproximó a A Laxe para ver de cerca el trasatlántico fue Heladio Outeiro, patrón de altura que hizo gala entre los curiosos de su erudición en el mundo de los trasatlánticos. Explicaba que la Cunard era la naviera de referencia de la Casa Real británica y por eso todos sus barcos llevan los nombres de reinas y princesas. Outeiro precisaba a los que le preguntaban que el Titanic perteneció a otra histórica compañía la White Star. Precisamente la música de la película Titanic sonaba en la dársena. No es que el Ayuntamiento hubiese contratado a una banda de música para el recibimiento sino que un titiritero intentaba ganarse unos euros mostrando sus habilidades con la marioneta al son de la banda sonora.

Ayer al anochecer el buque zarpaba rumbo a Inglaterra y en 2009 partirá hacia Dubai para convertirse en un hotel anclado en la isla de la palmera a la espera de miles de los 5 millones de turistas que recibe el emirato cada año.