El Celta ha perdido un tercio de su masa social desde que descendió

Víctor López

VIGO

Ha pasado de los 18.315 socios que tenía en el último año de Primera a los 12.409 abonados de esta temporada

05 nov 2008 . Actualizado a las 11:53 h.

El Celta del tercer año de la era de Carlos Mouriño sigue perdiendo abonados y cuenta con menos apoyo en las gradas de Balaídos. Un tercio de la masa social celeste se ha dado de baja en los dos últimos años tras abandonar la Primera División. Ayer el club vigués, hizo públicas las cifras oficiales tras concluir la campaña de socios para esta temporada. Actualmente el Celta tiene 12.409 abonados en lo que constituye su peor registro desde hace casi dos décadas.

Contrariamente a lo sucedido en las temporadas anteriores, esta vez no hubo una presentación oficial de los datos. El club se limitó a facilitarlos a través de su gabinete de comunicación. Desde la entidad se quiso dar una valoración positiva al descenso de abonados al considerarlo «menor» de lo previsto a tenor de los resultados que están obteniendo los célticos en el terreno de juego.

El número de bajas exacto ha sido de 2.735 por 1.003 altas lo que arroja un balance negativa de 1.732 socios menos que la temporada pasada. En porcentaje esto supone una rebaja del 11,5%, pero teniendo en cuenta que hace dos campañas el Celta tenía 18.315 abonados, la pérdida es de casi un 33% de la masa social, o lo que es lo mismo uno de cada tres socios del Celta en Primera ya no sigue apoyando a su equipo.

A este dato hay que sumarle el de la escasa presencia de abonados en el campo. A final de la temporada pasada el club de la mano de su jefa de Márketing, Marián Mouriño, inició una movilización para que los abonados volviesen a Balaídos. El Celta sigue sufriendo el mismo problema pero ahora aún se acrecienta más en porcentajes por la pérdida de socios.

La pasada temporada de catorce mil abonados, solo ocho mil acudían cada jornada a ver a su equipo. Este año siguen siendo seis mil los socios que no van, pero esto supone que la mitad de la masa social del club prefiere mantener su abono pero no presenciar los partidos del Celta como local. Este alarmante dato es el que ha provocado que las gradas del estadio vigués presenten en esta campaña un aspecto aún más desolador.