Urbanismo tramita el proyecto para construir la nueva plaza de España

VIGO

01 oct 2008 . Actualizado a las 11:34 h.

Apenas un mes ha transcurrido desde la entrada en vigor del nuevo Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM) y el proyecto de la plaza de España se encuentra ya en fase de materialización. La reforma de este céntrico recinto es una de las iniciativas más importantes del actual planeamiento y resulta evidente que sus promotores quieren agilizarlo al máximo. De hecho, es el primero que se ha presentado en el Concello vigués y sobre el que empiezan a adoptarse decisiones administrativas.

Para ello la Gerencia de Urbanismo tiene previsto dar mañana vía libre a los estatutos que permitirán la constitución de la junta de compensación, fase previa para que en el futuro pueda urbanizarse la plaza y hacer realidad este macroproyecto urbanístico. Tras su paso por la Gerencia el visto bueno definitivo se lo dará la próxima semana la junta de gobierno local.

A partir de ese momento todo dependerá de la agilidad que quieran imprimir sus promotores a un proyecto millonario que transformará una zona clave de la ciudad que lleva muchos años pendiente de desarrollo. En total el ámbito se aproxima a los 40.000 metros cuadrados, que incluyen lo que ahora mismo es la plaza pública más las parcelas que la circundan.

A estos terrenos es preciso añadir la gasolinera existente en la esquina de Gran Vía con San Amaro, condenada a desaparecer. No obstante, la plaza de España se extenderá hasta Ramón y Cajal, una calle que la circunda en la parte de O Castro. De esta manera el antiguo chalet de Enrique Lorenzo, convertido actualmente en la sede institucional del Real Club Centro, quedará en su interior. Todo ello supondrá una transformación radical de la imagen actual de la plaza como se aprecia en la imagen superior.

Seiscientas viviendas

De cualquier forma, el cambio principal vendrá dado por la construcción de cuatro amplios inmuebles de 18 alturas y la eliminación completa del tráfico en superficie. Estos edificios totalizarán unas 600 viviendas y darán un nuevo aspecto a la principal entrada de la ciudad por carretera.

Los cambios introducidos en el Plan Xeral por el actual gobierno también provocarán cambios sustanciales en el proyecto urbanístico. Inicialmente todos los pisos eran libres y podían venderse sin sujección a regla alguna que no sean las del mercado. La decisión de duplicar el terreno reservado para vivienda de protección en Vigo obliga a que el 21% tengan dicha calificación en este ámbito. Al parecer los promotores tienen intención de concentrar los pisos protegidos en uno de los inmuebles, reservando los tres restantes para la vivienda libre.

Una de las incógnitas que rodean este proyecto es la manera en que se canalizará el tráfico bajo tierra. Para ello se eliminará el paso subterráneo que conecta ambas partes de Gran Vía, que será sustituidos por una red de túneles que se extenderán también hasta la avenida de Madrid.

La previsión es que el todo el recinto tenga carácter peatonal con la excepción de un vial perimetral para el tráfico de los pequeños viales aledaños. Sin embargo serán terrazas a diferentes alturas, un conjunto que en nada se parecerá al actual.