Menos mal. Así pudo hacerse entender el coro Jesuitas de Vigo por Lituania adelante. La mar de bien a juzgar por los aplausos cosechados. Y los lituanos de otra cosa no, pero de música entienden un poco. De hecho, raras son las formaciones musicales de media Europa que no cuenten con profesionales de ese país en sus filas. Sin ir más lejos, allí nació el director del coro vigués, Rimar Zdanavicius.
Tenían concertadas cuatro actuaciones, en concreto en Klaipeda, la tercera ciudad del país, Vilnius, Kaunas y Nida, pero tan buena impresión causaron que les invitaron a cantar sendas misas, una de ellas en la catedral de Vilnius. Eligieron para éstas últimas la Misa de Buttler, en tanto para el resto optaron por un repertorio bien español, con canciones medievales, habaneras y composiciones gallegas, adobado con obras de Bach, Handel, Lotti... y dos piezas de García Lorca. Ruth Villar bailó éstas últimas con una coreografía de su propia creación.
La que me transmite el entusiasmo del viaje es Puri de Palacio, que ya conté alguna vez que además de pintar cultiva la voz todo lo que puede. Me cuenta que les supieron especialmente bien los elogios de Ksanas, director del coro de Klaipeda, y del cardenal Audrys Batkis -«cualquier día puede llegar a Papa»-, que les felicitó públicamente desde el altar.
Entre concierto y concierto tuvieron tiempo para hacer turismo. Puri viene particularmente encantada del casco antiguo de Vilnuus, del parque nacional de la península de Neringa, patrimonio de la Unesco y de la gastronomía, incluida la cerveza que, dice, es de gran calidad.
El protagonista del día era Mariano Rajoy. En teoría, porque la que más piropos recibió en el paseo que se marcó ayer por las calles de Vigo el equipo popular fue Corina Porro. «Mira, mamá, la princesa», decía una niña con los ojos como platos mientras tiraba de la mano de su progenitora. «Ya sabéis, a partir de ahora llamarme majestad», les dijo la ex alcaldesa a sus colegas de siglas. De momento, alteza. Más que nada porque la Reina Sofía tiene cuerda para rato.
No sé si porque se sintió poco querido o porque en Tui le esperaba algo más que viandas, Rajoy enfiló camino a dicha ciudad a la hora de comer. Los que se dedican a hacer quinielas apostaban que les estaba esperando (también iba Elvira, su mujer) don Juan Miguel. Sí, Diz Guedes. Tal vez.
Está en puertas la próxima edición. Y van siete. El proyecto que un día pusieron en marcha los integrantes del grupo Terra Meiga de O Viso en defensa del folclore tradicional, ya vuela alto.
Total que Redondela volverá a ser este fin de semana escenario de una fiesta en la que priman las esencias de la tradición. El programa lo abrirán el sábado Pradairo, Pepe Vaamonde y Tiruleque. La sal la pondrán los regueifeiros Luis o Caruncho y Benito Lobariñas. La Lúa del domingo empezará en O Viso a la hora del vermú con O Carballo das cen polas y Anaquiños. Después de la comida popular, fiesta rachada durante toda la tarde-noche.