La crisis obliga a Karpin a aparcar sus negocios y regresar a Rusia

Miguel Á. Rodríguez

VIGO

El ex futbolista acusa a los políticos de no haberlo dejado invertir y acepta la dirección general del Spartak de Moscú

09 ago 2008 . Actualizado a las 18:44 h.

El ex futbolista del Celta Valery Karpin, elogiado hasta la saciedad por su visión para los negocios inmobiliarios, ha puesto tierra de por medio empujado por la crisis del sector y la falta de planeamiento en todos y cada uno de los municipios donde se ha gastado en 4 años 100 millones de euros, para levantar siete urbanizaciones que siguen paradas.

Ayer fue presentado en Moscú como nuevo director general del Spartak, el club donde se formó y con el que conquistó tres ligas y una Copa Soviética. El dueño del equipo, Leonid Fedum, tardó dos semanas en convencer a Karpin, que ayer mismo se declaró «aburrido» por el fracaso de sus gestiones inmobiliarias.

El centrocampista que hizo tándem con otro ruso, Alexander Mostovoi, en la media céltica durante los años de esplendor del club vigués, rubricó una dura carta de despedida en la que acusa a los políticos de «paralizar» sus inversiones. El estonio no venderá su participación en Valery Karpin Group, matriz del holding fundado en el año 2004 y desde donde controla el 100% de Inversiones Canaima, sociedad patrimonial adquirida en el 2006, y las firmas Valery Karpin Moda y Telecomunicaciones, ambas inactivas.

Desde el año 2005, sus sociedades solo han logrado terminar un edificio en la calle del Areal (hoy sede de todas sus empresas) y rehabilitar otro en la céntrica calle del Progreso. Juntos suman algo menos de 300 viviendas. El resto de sus adquisiciones están, por ahora, bloqueadas y sin licencia, tanto en Vigo como en el resto de Galicia.

Casi la mitad de los 100 millones gastados durante los últimos cuatro años están enterrados en el barrio del Cura, 40.000 metros del casco vello donde diseñó en sociedad con el también futbolista Míchel Salgado 400 viviendas y un centro comercial. La deuda supera hoy los 30 millones y el proyecto, por ahora, no ha encontrado socios financieros. Además, falta por adquirir casi un 18% del suelo de la futura urbanización. Karpin compró por 18 millones el solar del viejo colegio Cluny en la Gran Vía. También los 6.500 metros de la Congregación de las Oblatas en A Coruña, el convento jesuita de A Guarda, un edificio para rehabilitar en la calle Alfonso XIII y otro solar en Baiona, todavía sin licencia.

Fuera de España, tiene parado en Mallorca un proyecto para construir un puerto deportivo y 9 chalés. Y en Natal (Brasil), otro para edificar 172 apartamentos junto a la playa.