¿Semana grande o Festas do Cristo?

Blanca A.-B M

VIGO

Los grupos políticos no son capaces ni de ponerse de acuerdo sobre cómo denominar a las celebraciones más populares de la ciudad

23 jul 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

La polémica está servida. El mismo día en el que comienzan las fiestas locales, el PP pone el grito en el cielo contraatacando la decisión del BNG de cambiarle el nombre a lo que hasta ahora fueron las Fiestas del Cristo de la Victoria por el de Semana Grande de Vigo. ¿En qué quedamos? Unos llegan al gobierno y cambian todo lo que han hecho los anteriores; otros piden a voz en grito que se vuelva a lo de siempre. Ni en jornadas festivas son capaces de ponerse de acuerdo.

La oposición no entiende a qué obedece la decisión de cambiar la denominación justo el año en el que la Cofradía del Cristo de la Victoria celebra su 75 aniversario y los nacionalistas alegan que la renovación era necesaria porque hasta ahora los conciertos estaban dispersos a lo largo de todo el verano y, así, se sintetizan en una sola semana.

Además, el BNG explica que ve necesario el cambio de nombre porque Vigo es una ciudad cada vez más cosmopolita, dinámica y receptora de habitantes. Tanto es así, que para destacarlo se ha creado la marca Vigo Aberto, por la que se quiere que la ciudad sea de todos y para todos. Si hay trasfondo religioso, se evita el debate.

Como si de un ring de boxeo se tratase, y en jornadas festivas, unos y otros pelean en su argot político por ver quién lleva la razón. Pero lo cierto es que ayer abrió Pereza la Semana Grande de Vigo y, por mucho que algunos quieran aguar la juerga, el programa ya ha sido presentado con dicha denominación.

Por si lo anterior fuera poco, aún hay más. La oposición se deja ver en las fiestas calentando motores y sacando el tema estrella del menú político: la crisis económica. De primer plato, por supuesto. El grupo municipal del Partido Popular denuncia que le bigobierno local gastó 120.000 euros más en asistencias técnicas y publicidad en un momento de dificultades económicas.

La concejala Lucía Morales alega que el Bloque se gastó 60.000 euros en patrocinio y organización de fiestas, un trabajo que, en teoría, venían realizando funcionarios municipales, y que el ejecutivo local sustituyó por servicios externos. La edil del PP puntualizo, además, que la Tenencia de Alcaldía y la Concellería de Festas tienen personal más que suficiente para poder realizar este trabajo.

Se ve que las fiestas de este año dan mucho juego político. La polémica comenzó con los conciertos de grandes estrellas en el Ifevi, algo que no gustó al grupo de Corina Porro, que parece querer las tradiciones (en este caso, el auditorio de Castrelos) a toda costa.