Como se esperaba la temporada comienza con polémica. El Celta no dejó entrenar a Matías Lequi con el grupo como estaba previsto, pero a mayores le negaron que se ejercitara a nivel individual e incluso no pudo utilizar la sala de prensa y dar declaraciones. Los acontecimientos forman parte del tira y afloja que las dos partes están escenificando previa a una rescisión de contrato que se antoja complicada por la tirantez existente entre las dos partes. Tampoco pudieron entrenar con el resto de sus compañeros los brasileños George Lucas y Roberto de Souza, a los que el club intenta colocar como cedidos. Los dos trabajarán al margen mientras estén en Vigo por expreso deseo de Pepe Murcia según manifestó el entrenador en conferencia de prensa. En la misma lista de apartados aparece también Antonio Guayre, pero el canario estaba ayer de permiso según la versión del club.
Matías Lequi llegó, acompañado de su padre y representante, a las diez y media de la mañana a las instalaciones de A Madroa. El jugador argentino se cambió con la intención de salir a entrenar con el resto de sus compañeros pero cuando estaba a punto de entrar en el campo se encontró con el director deportivo Ramón Martínez y el director general Antonio Chaves que le indicaron que no podía ejercitarse con el resto de sus todavía compañeros.
Se le indicó que podría hacerlo después de finalizar la sesión del grupo de Pepe Murcia y Lequi se dirigió al gimnasio, en donde también se ejercitaba Borja Oubiña. A la conclusión volvió al campo para entrenar pero recibió una segunda negativa por parte del club.
No fue la última. Los medios de comunicación reclamaron su presencia en la sala de prensa de A Madroa y el jugador accedió, pero de nuevo la entidad viguesa le abortó el plan. El Celta negó que le vetase las instalaciones, aduciendo a que no le tocaba por número cuando los dorsales todavía no han sido asignadas. Al mismo tiempo cerró su capítulo de negativas indicándole al jugador que no podía hacer declaraciones en público.
Para dar fe de todas las situaciones el padre del jugador reclamó la presencia de los medios gráficos en varias ocasiones. Primero Lequi dejó fotografiarse mientras recibía la negativa a ejercitarse del director deportivo, más tarde, con el campo vacío salió de nuevo para que las cámaras captasen la imagen del argentino en un costado del recinto sin opción de ejercitarse en él. Al filo de la una de la tarde abandonó en compañía de su padre las instalaciones de A Madroa.
Por el momento no hay solución y el jugador no descartaba acudir al entrenamiento de esta mañana acompañado de un notario que diese fe de los impedimentos que el Celta le pone para entrenar. El club declinó dar su versión.