Las pruebas de paternidad aumentan un 20% y se disparan en el verano

Xulio Vázquez

VIGO

Los análisis de ADN encargados a un laboratorio vigués revelan que uno de cada diez no es el padre biológico

21 jul 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Herencias y paternidad siguen siendo los principales motivos para solicitar las pruebas de ADN, aunque ya se añaden otros factores relacionados con la emigración, compañías de seguros, temas judiciales e incluso para determinadas profesiones de riesgo, según informa el doctor Tomás Camacho García, director médico en los laboratorios Lema&Bandin de Vigo.

Las muestras que recoge para enviar a EE. UU., donde se obtienen los resultados de los análisis, han experimentado un aumento del 20% con respecto al pasado año y, lo curioso, es que se disparan en el verano. «Es cuando se se producen también más divorcios, aunque no se si está totalmente relacionado, o tal vez por la paga extra», dice este especialista. Uno de cada diez han dado resultado negativo, es decir que no era el padre biológico. Ya hacen alrededor de 300 al año.

Cada vez va a más, según explica Tomás Camacho, porque tienen una gran vinculación con países de Sudamérica, debido a la emigración. Se dan muchos casos de que hijos o nietos de emigrantes gallegos reclaman una herencia desde alguno de esos países y también el fenómeno de la inmigración por cuestiones de reagrupación familiar.

Antes cuando alguien dejaba a una mujer embarazada lo más probable es que no le acarrease ningún problema, aunque se desentendiese de sus obligaciones una vez que regresaba a España. Pero ahora es distinto porque a través de la Embajada puede llegar una denuncia de paternidad. «Para que esa persona no tenga que desplazarse allá, lo que hacemos es una cadena de custodia. Se le practica la prueba del ADN y se le envía el resultado al país que la reclama», argumenta Tomás Camacho.

Sin embargo, son las cuestiones de herencias las que todavía predominan. Recuerda un caso en el que fue preciso exhumar los restos de una persona que llevaba muerta más de 30 años para demostrar si la descendencia era real.

También le llama la atención al especialista las peticiones de paternidad por parte de matrimonios muy jóvenes cuando tienen su primer hijo. Ante la duda, debido a que ella había tenido otra pareja, vienen a hacerse la prueba de paternidad, cuando en otra época causaría rubor el mero hecho de cuestionárselo.

«Hace poco estuve en un juicio por una separación. El hombre le estaba pasando una manutención a su ex mujer por el hijo que tenían y las pruebas demostraron que él no era su padre biológico. Años atrás se lo hubiese tragado, pero ahora hay la posibilidad del análisis y la gente se acoge a ella», explica. «Lo más normal en un caso de divorcio era que el abogado les recomendase acudir al psicólogo, pero hoy lo primero que les aconseja es hacerse la prueba del ADN», añade. También apunta el trauma psicológico que le puede ocasionar a un niño de 10 años al saber que no era su padre.