El conflicto de las nueve familias afectadas por la expropiación de sus casas en Teis ha dado un giro completo. Según ha confirmado su portavoz, todas menos una ya han comprado una nueva vivienda, por lo que son partidarios de que los desalojos se lleven a cabo siempre que perciban una indemnización que consideren justa.
«La solución a este asunto pasa por que nos paguen la expropiación y acabar con un proceso que está resultando traumático para las familias», asegura su portavoz, Manuel Sotelino. «Afortunadamente para ellas, tres llegaron tiempo atrás a un acuerdo y ya han cobrado el dinero, con el que han podido comprar su nueva casa. Otras cinco, sin embargo, estamos pendientes de un arreglo con el agravante de que ya hemos comprado otra vivienda».
Según explica Sotelino, todos ellos han cobrado el depósito previo, 90.000 euros. Al considerar irreversible el proceso buscaron una buena oferta en la ciudad y adquirieron otra casa. «Lo más asequible que hemos encontrado oscila entre 45 y 55 millones (de pesetas), por lo que además de invertir el dinero del depósito previo hemos suscrito hipotecas que ya estamos pagando».
Agobios económicos
Asegura el portavoz vecinal que los afectados son gente modesta, con sueldos entre 1.000 y 1.200 euros, «con los que malamente hacen frente a hipotecas mensuales de 600 euros, que en un caso llega hasta los mil». Por este motivo la posibilidad de que Fomento dé marcha atrás les trae de cabeza.
Y es que estas familias no se cansan de decir que desde hace años la expropiación era una realidad segura, por supuesto sin contar con su opinión. Después cobraron el depósito previo y negociaron un acuerdo con Fomento; todos consideraban escasa la valoración, pero tres familias aceptaron para no eternizarse en un tira y afloja que les mantenía en tensión.
«Por esta causa las viviendas llevan tiempo sin mantenimiento alguno; habiendo comprado otras casas y pendientes de marcharnos, nadie invertía un duro en unos inmuebles que iban a ser derribados. Por todo ello lo mejor para todos es que nos paguen y que después Fomento haga lo que quiera con las casas».
Ante este confuso panorama los vecinos han recibido con alborozo el rumor de que se está diseñando una salida de la autopista por la zona donde todavía viven, lo que podría llevar al Ministerio a mantener las expropiaciones. En cualquier caso, de momento se trata de una pura especulación y no quieren hacerse ilusiones.
Llamada de Font
Lo que si tienen claro es que desde la Administración hace años que se juega con sus vidas. «Estábamos tan tranquilos y nos dicen que nos expropian. Ello nos obliga a modificar radicalmente nuestra vida y, cuando estamos en ello, verbalmente nos dicen que todo queda parado. Pensamos que no hay derecho», insiste Sotelino.
A la espera de lo que pueda ocurrir la próxima semana han recibido llamadas de todos los portavoces municipales, incluido el socialista Carlos Font.