Roberto Trashorras ha sido el protagonista recientemente de una historia curiosa en Las Palmas, donde termina contrato el próximo treinta de junio. Un sector de la afición del club amarillo ha creado la Plataforma para la renovación de Trashorras, iniciativa que surgió por parte de la Asociación Cultural Juan José Cobo, una peña que lleva el nombre del juez que dirigió la administración concursal del club.
Se lanzó la iniciativa a través de la página de Internet udlaspalmas.net y los foros se llenaron de iniciativas como salir a las calles con huchas para recaudar fondos que ayuden a su renovación y llevar pancartas a los entrenamientos y partidos.
Del lucense dicen que es «el mejor jugador de la categoría», lo que indica lo contentos que están con el rendimiento que ha dado estos dos años en el club canario. Así lo definía un periodista canario en una crónica reciente: «Trashorras percutió por todos los puntos cardinales con un sublime manejo de la pelota. Es un futbolista mayestático que, en su mejor versión, es capaz de descoser al que se le ponga por delante».
Incluso ha recibido elogios de algún técnico de equipos rivales contras los que se ha enfrentado, como en el caso del técnico del Éibar, Mandiola, que dijo del gallego: «Por momentos Trashorras parecía Zidane».
Son muestras de la aportación de Roberto Trashorras al fútbol ofensivo del Las Palmas. Sin ser un goleador nato, ya que solo ha marcado tres goles en toda la temporada, sí ha sido clave a la hora de crear fútbol y llevar el peligro hacia las cercanías del área rival.
Van Gaal le hizo debutar
Llegó de muy joven a las categorías inferiores del Fútbol Club Barcelona. Allí, en La Masía, se formó como futbolista y llegó a debutar con el primer equipo azulgrana de la mano del holandés Van Gaal. Al año siguiente fue cuando Ramón Martínez se lo llevó al Real Madrid para jugar en el equipo de Segunda División B a las órdenes de López Caro.
Florentino Pérez le había prometido que le haría ficha con el primer equipo, pero incumplió su palabra y fichó por el Numancia para jugar en Segunda, un año en que solo participó en doce partidos. Fue repescado un año más tarde por el Las Palmas, donde ha pasado sus dos mejores años, a pesar de que el club canario ha sufrido bastante en estas dos últimas temporada para escapar del descenso.
A sus 27 años le ha llegado el momento de buscar horizontes mayores. Quizás el Celta sea su trampolín.