Toralla estuvo unida a la costa por una lengua de arena

La Voz

VIGO

13 abr 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Las variaciones en la línea de la costa no solo deben explicarse por los movimientos del nivel del mar, existen otros fenómenos que pueden reorganizar la costa con mayor intensidad. Los estudio realizados por Martínez Cortizas en el yacimiento de Mirambell perfilan un paisaje en el que las dunas, y por lo tanto, el viento también son protagonistas.

«Es razonable pensar que los romanos ocuparon un área que ya era una duna consolidada; ese tipo de dunas estaban separadas, como mínimo, entre 500 y 1.000 metros de la costa», explica el profesor universitario para referirse a la villa que los romanos ocuparon desde finales del siglo III hasta el siglo VI.

Con anterioridad, la desembocadura del riachuelo de O Vao conformó una marisma que fue invadida posteriormente por varios ciclos dunares, lo que unido al alejamiento de la costa consolidó un suelo de dunas. En esta época, los investigadores no descartan que una lengua de arena uniera el continente con la isla de Toralla, lo que explicaría la presencia de un asentamiento castreño.

El ataque de las dunas

Pero los habitantes de aquella villa todavía desconocían que estaban en el punto de mira de nuevas oledadas de dunas. «El período final de Mirambell (siglo VI) coincide con un avance de las dunas hacia el continente, ligado a un nuevo aumento del nivel del mar», explica Martínez Cortizas. «Controlar una duna es imposible, pero se ve que los habitantes de aquella villa intentaron realizar alguna operación para solucionarlo; aunque no podemos afirmar que abandonaran el lugar por culpa de la duna, sí sabemos que conocían el problema e intentaron afrontarlo».

El abandono de la explotación costera de Toralla coincidió con el avance de unas dunas grises, aunque la puntilla y el olvido le llegó en forma de una duna blanca, «desde entonces, las dunas han ido ocupando posiciones más interiores, y el nivel del mar no debe de estar en su máximo respecto al romano», afirma Martínez Cortizas.