Absuelto un vecino de Mos acusado de abusar de su ahijada en más de 200 ocasiones

Efe

VIGO

La sentencia considera que no hay pruebas rotundas.

07 feb 2008 . Actualizado a las 21:49 h.

La Audiencia de Pontevedra ha absuelto hoy al vecino de Mos Teodoro M.M., juzgado bajo la acusación de abusar de su ahijada hasta en 200 ocasiones durante cinco años seguidos. La sentencia considera que el derecho a la presunción de inocencia pesa sobre las acusaciones ya que «no hay pruebas rotundas que la avalen».

El tribunal no consideró probado que el acusado abusara sexualmente de su ahijada que vive puerta con puerta en Mos durante ese tiempo, ni que el 6 de agosto de 2004 la hubiese llevado a la casa de su familia en Pazos de Borbén para violarla, tal y como denunció la menor. Frente a la persistencia de la actitud del acusado, que se declaró inocente desde el inicio del procedimiento, la víctima presentó ambigüedades y contradicciones según reza en la sentencia.

El tribunal subraya que la denuncia pudo tener como móvil «el resentimiento, venganza o interés de la joven hacia su padrino», quien, junto a la mujer de éste, le regañó durante las fiestas patronales por estar con su novio «en actitud poco decorosa». Le extraña al Tribunal que si los hechos se repitieron en el tiempo durante cinco años, la única vez que se encerrara la joven a llorar en su cuarto por ello fuera justo en el momento en que su madre escuchó una conversación entre sus padrinos sobre el comportamiento poco «adecuado» de la joven en esa fiesta.

La sentencia matiza que es relevante el hecho de que una amiga de la joven declarara que la denunciante aseguró que si su padrino le contaba algo a su madre de esos hechos, «algo haría porque ya tenía preparada una venganza». Además, la sentencia da como probado que en el momento en el que se supone que se produjo la última agresión sexual el acusado estaba con su mujer en un banco de Redondela realizando unas gestiones.

El texto también da credibilidad a los peritos, recuerda que los psicólogos tacharon su relato de «altamente increíble» ya que no había precisión en sus detalles, ni confusión emocional hacia el agresor. «Su relato era plano, sin viveza». La joven, según el informe pericial, tampoco «sufría estrés postraumático, ni depresión ni ansiedad». Los peritos también reconocieron que se localizaron restos celulares en los genitales de la joven, pero aunque eran de varón no coincidían con el ADN del acusado.

El fiscal había solicitado siete años de prisión y el abono de 12.000 euros en concepto de indemnización por daños morales para la víctima.